Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, anunció que junto con representantes de otras organizaciones civiles presentará este jueves una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra de las secretarías de Salud y de Educación Pública y la Procuraduría Federal del Consumidor, así como de las dependencias e instituciones que resulten responsables por violaciones y omisión a los derechos a la salud y a la vida de la población .

En conferencia de prensa, Calvillo dijo que la queja contra las autoridades referidas tiene fundamento en violaciones a artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la Declaración de los Derechos del Niño, de la Convención de los Derechos de la Infancia, del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Políticos, Sociales y Culturales y de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Detalló que las autoridades no han actuado para garantizar el derecho a la salud de los niños en las primarias y permiten que en las cooperativas escolares se vendan productos chatarra, alimentos que han provocado que México, a escala mundial, ocupe el primer lugar en sobrepeso y obesidad infantil. Por ello, demandará que la CNDH recomiende a las autoridades que cumplan con la ley y los convenios internacionales para garantizar la salud de los menores.

Calvillo dijo que el problema del sobrepeso y la obesidad infantil es una epidemia sanitaria, por lo que dichas dependencias están obligadas a brindar un ambiente saludable a los niños en los planteles escolares y proteger del engaño publicitario a la población en general.

El Poder del Consumidor señaló que es responsabilidad del Estado y de la Secretaría de Salud, en su calidad de garantes del derecho a la salud, prevenir la generación de ese ambiente “obesigénico”. Entre los elementos que se han reconocido como promotores de ese ambiente se encuentran:

La publicidad de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y/o sal, especialmente la dirigida a niños; la prevalencia y dominio de alimentos altamente calóricos no recomendables nutricionalmente en escuelas; la falta de campañas nacionales permanentes de orientación nutricional y poca orientación útil al consumidor en el etiquetado de los productos; la desaparición y ausencia de acceso al agua potable no embotellada (bebederos) en las escuelas y espacios públicos, que incrementan el consumo de bebidas embotelladas endulzadas.

En entrevista por separado, Marinela Servitje, presidenta del Consejo por la Calidad de la Educación y directora general de Papalote Museo del Niño, destacó que ante los graves problemas de obesidad infantil se debe impulsar una formación del bien comer y de la educación nutricional en planteles de educación básica, donde también, indicó, se debe enseñar el autocontrol.

Luego de asistir al lanzamiento de la campaña Educación, una responsabilidad familiar, del Consejo de la Comunicación, afirmó: claro que es muy tentador (la comida chatarra), y que obviamente a los niños les gustan ciertos alimentos, pero aprender a autocontrolarse es parte de la educación.

Insistió en que todos los mexicanos debemos aprender a comer, pues destacó que “ningún alimento es malo per se”. Señaló que regular la venta de comida chatarra es una tarea de todos, hasta de las empresas, que están cambiando sus fórmulas y ramas de productos.