La avenida Presidente Masaryk, una de las arterias más conocidas de la ciudad, ubicada en Polanco, recibió ese nombre en 1936 por orden de Lázaro Cárdenas del Río en reconocimiento a Tomás G. Masaryk, primer presidente y fundador de la República de Checoslovaquia. Para celebrar el 160 aniversario de su nacimiento se realizará hoy una breve ceremonia y se colocará una ofrenda floral en su monumento.

Considerado héroe en su país, el primer presidente relegido en dos ocasiones recibirá hoy como tributo la entonación de su canción favorita en lengua checa, interpretada por dos niños mexicanos, melodía popular sobre un padre que exhorta a su pequeño hijo a no dejar de arar, enseñanza sobre el valor del trabajo.

Aunque para la mayoría de los habitantes de la ciudad el nombre Masaryk remite a la avenida famosa por sus tiendas y restaurantes, la vialidad representa uno de los lazos de la ahora República Checa con los mexicanos, así como la admiración que el general Cárdenas sintió por el demócrata y político europeo nacido el 7 de marzo de 1850, igual que San Jerónimo Lídice, cuyo nombre hace honor a la pequeña aldea de Praga, de unos 20 kilómetros, que fue arrasada por las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial, o incluso la polca conocida como El barrilito, del compositor checo Jaromír Vejvoda, cuyo nombre original es Skoda lásky, es decir, pena de amor.

La ceremonia se realizará a las 13 horas en la esquina de Masaryk y Arquímedes, donde se encuentra una estatua del pensador y político donada por el ayuntamiento de la capital checa a la ciudad de México en 1999, cuya réplica se ubica en el Castillo de Praga, colocada en marzo de 2000 con motivo del 150 aniversario del natalicio de uno de los hombres más admirados de esa comunidad.