Los Ángeles, 5 de marzo. Faltan poco más de 48 horas para saber quién impone su ley en la 82 edición de la entrega de los premios Óscar, en un ambiente cada vez más intenso y polémico en torno a la batalla silenciosa que llevan meses librando Avatar, la superproducción de James Cameron, y The Hurt Locker, de Kathryn Bigelow.

La tensión ha aumentado en los últimos días, especialmente tras la exclusión de Nicolas Chartier, productor de la cinta bélica de bajo presupuesto, de la ceremonia después de que éste enviara un correo electrónico a miembros de la academia solicitando que le dieran el voto para su película.

Con esta decisión, la primera vez que ocurre en la historia de los premios, se enturbia más el ambiente en torno a las dos películas que a priori protagonizarán la gala.

Ambas están nominadas a nueve estatuillas, aunque sus trayectorias no pueden ser más dispares. La fábula de Cameron llegará a los Óscar con la hazaña de ser la película más taquillera de todos los tiempos, pues de momento ha recaudado más de 2 mil 500 millones de dólares en todo el mundo.

Todo lo contrario a su gran rival, una cinta independiente ambientada en la guerra de Irak con mucho menos éxito en taquilla, pero con el atractivo de que Bigelow podría convertirse en la primera directora ganadora de una Óscar en la historia de la ceremonia.

Además, el hecho de ser ex mujer de Cameron alimenta el morbo.

Asimismo, ha despertado mucho interés la decisión de última hora de sacar de la lista de animadores al británico Sacha Baron Cohen, después de que la academia no aprobase un número en el que el comediante pensaba disfrazarse de una de las criaturas azules de Avatar para ridiculizar a Cameron y su cinta interplanetaria.

Además de la polémica entre bastidores y la batalla entre las dos máximas nominadas, la principal novedad será la ampliación a 10 en la lista de las películas que optan a premio a la mejor cinta.

A raíz de esa apertura, cintas independientes como Precious, basada en la novela Push de Sapphire, de Lee Daniels, y An Education, de Lone Scherfig, han logrado tamaño honor, además de incluirse también una cinta de dibujos animados, la creación de Disney y Pixar Up, algo que sucede por segunda ocasión en la historia de los premios Óscar.

Las otras cinco, que pelearán por el galardón mayor, son Up in the Air de Jason Reitman, The Blind Side de John Lee Hancock, District 9 de Neill Blomkamp, Inglourious Basterds de Quentin Tarantino y A Serious Man de los hermanos Coen.

Después estarán las categorías individuales, que también acaparan una gran atención. La batalla entre Sandra Bullock, nominada por The Blind Side, y Meryl Streep, que opta a su decimosexta nominación por Julie & Julia, promete ser intensa, después de que ambas se han visto las caras este año en otras ceremonias con ligera ventaja para la joven actriz de Virginia.

También habrá que estar pendientes de Penélope Cruz, nominada a un Óscar por tercera vez, después de que en la pasada edición se alzara con la estatuilla. En esta ocasión concurre por su interpretación de amante despechada en el musical Nine, aunque ella misma se ha descartado ante el rosario de premios cosechados por la afroamericana Mo’Nique, brillante en Precious.

Además de la madrileña Cruz, el mundo hispano tendrá una representación de peso gracias a dos cintas latinoamericanas, nominadas ambas en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Se trata de La teta asustada, de la peruana Claudia Llosa, y El secreto de tus ojos, del argentino Juan José Campanella, que ya aspiró al Óscar por El hijo de la novia.

El encargado de entregar esa estatuilla también tendrá acento español: Pedro Almodóvar. El director manchego ya ganó un premio de la academia en la misma categoría en 2003 por Hable con ella. Finalmente, el cortometraje de animación La dama y la muerte, del debutante Javier Recio Gracia y apadrinado por Antonio Banderas (que también pisará la alfombra roja), completan las nominaciones iberoamericanas.

En cuanto a los hombres, las apuestas están del lado de Jeff Bridges, candidato a derrotar a George Clooney y Morgan Freeman por su papel de un cantante de country en declive en Crazy Heart, otra cinta que iba camino a no ser ni proyectada en salas de cine, y que gracias a sus tres nominaciones y al trabajo del veterano Bridges, ha resurgido de sus cenizas.

Entre los nominados a actor secundario, habrá que estar pendiente de Christopher Waltz, favorito por su papel de delirante nazi en Inglourious Basterds, y Matt Damon, nominado por Invictus, una cinta de Clint Eastwood.

En lo que se refiere al espectáculo, este año la presentación correrá a cargo del dúo compuesto por los actores Alec Baldwin y Steve Martin, dos veteranos de la comedia y la actuación con los que la Academia de las Artes y las Ciencias espera mejorar los alicaídos índices de audiencia de años anteriores.

Para Martin, de 64 años, esta será su tercera vez presentando la ceremonia, una combinación perfecta con la aparición novedosa de Baldwin, de 51, según fuentes de la academia. Lo cierto es que Baldwin está de moda en Estados Unidos en cuestiones de comedia, después de su trabajo con Tina Fey en la serie de televisión 30 Rock.

Será dos alicientes más para una ceremonia con una gran expectativa por ver si Avatar triunfa en la entrega de premios tanto como en taquilla.