Con 17 sucursales cerradas sorpresivamente en diez entidades, y por lo menos una de ellas, en Tabasco, saqueada por clientes inconformes, la mueblería Azcué enfrenta hasta el momento 627 quejas y denuncias ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por no entregar salas, comedores, recámaras y diversa mercancía que cobró por adelantado.

El viernes 26 de febrero la dependencia lanzó una alerta sobre la empresa a los consumidores, a pesar de que desde hace dos años detectó un aumento de las quejas en su contra.

Sin embargo, la subprocuradora de servicios de Profeco, Noreli Domínguez Acosta, rechazó que el organismo haya actuado tardíamente contra la mueblería, pese a que emitió el aviso Cuidado con Azcué hasta que ya se habían cerrado varias sucursales.

Hubiera sido bien delicado emitir la alerta antes y provocar que los consumidores dejaran de comprar en una empresa cuyo dueño y representantes todavía asistían a las audiencias con Profeco para responder a las acusaciones de los consumidores, dijo la funcionaria en entrevista con este diario.

Los expedientes contra Azcué aumentaron 46 por ciento en sólo ocho días, pero Profeco todavía analiza la probabilidad de interponer una demanda colectiva como hizo años atrás contra una aerolínea de bajo costo y una constructora de Chihuahua.

Son varios factores por los cuales Profeco decide emitir aviso a los consumidores. El primero fue el comportamiento comercial del proveedor. Nos dimos cuenta de que empezó a subir el número de quejas de forma importante: 52 en 2008; 260 en 2009, y 97 en enero de 2010. Pero lo más importante fue que el porcentaje de conciliación bajó de 80 por ciento en 2008 a 62 por ciento 2009, detalló Noreli Domínguez.

Antonio Morales de la Peña, titular de la Procuraduría Federal del ConsumidorFoto Luis Humberto González

Tales cifras no bastaron para que Profeco tomara acciones contra la empresa. Lo hizo hasta que Azcué Muebles comenzó a cerrar sucursales, y el primer aviso provino de Quintana Roo, donde el proveedor dejó de asistir a las reuniones de conciliación.

El primer cierre fue un lunes y nosotros emitimos la recomendación al viernes siguiente, 26 de febrero, pero antes pusimos sellos de advertencia en todas las tiendas para inhibir la compra. Así que realmente en una semana la Profeco actuó, pero sí dimos un espacio para que el proveedor hiciera frente a sus obligaciones, precisó.

El dueño de Azcué –de igual apellido, pero cuyo nombre no quiso precisar la subprocuradora– desapareció. El último día que se presentó en Profeco fue el 22 de febrero y se comprometió a asumir sus obligaciones con los consumidores afectados, dijo la funcionaria.

Hasta entonces Azcué acumuló 409 quejas: 76 por ciento de 2008 y 2009, y el resto de enero pasado. Ahora se suman 218 denuncias de consumidores –Profeco ya no las cataloga como quejas porque no existe proveedor–, registradas desde que se lanzó la alerta y hasta el 5 de marzo, con un monto reclamado de 13 millones de pesos.

La subprocuradora indicó que 60 por ciento de las quejas y denuncias provienen de las ocho tiendas de Azcué el Distrito Federal, y el resto se distribuye entre las tiendas ubicadas en otras siete ciudades (Cancún, Mérida, Acapulco, Puebla, Metepec, Querétaro, Villahermosa, Tuxtla Gutiérrez y Veracruz).

A diferencia de su dueño, la página electrónica de Azcué Muebles no ha desaparecido: promociona precios bajos, grandes privilegios y promociones especiales.