El Museo de la Luz como tal, no cerrará, sólo va a cambiar su sede, se ha utilizado un término equivocado en torno al asunto, comentó ayer a La Jornada, sin ofrecer más detalles, el doctor René Drucker, director del recinto y responsable de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El 26 de febrero la subdirectora del museo, la bióloga Pilar Contreras, confirmó a este diario versiones de los trabajadores en el sentido de que el espacio, ubicado en el ex templo de San Pedro y San Pablo, en el Centro Histórico (antigua Hemeroteca Nacional), cerrará sus puertas a mediados de este año para transformarse en un museo dedicado a la Constitución.

Explicó además que las autoridades correspondientes no habían ofrecido más información a los universitarios que laboran en ese recinto.

Esta semana, mediante un comunicado, algunos becarios y trabajadores del Museo de la Luz –el cual recibe alrededor de 100 mil visitantes al año– señalan que con la desaparición de este proyecto se está coartando la divulgación de la ciencia, la promoción del arte mexicano y el conocimiento de la historia de un recinto que data del siglo XVI, aspectos que salvaguarda en cada uno de sus proyectos de divulgación: programa extramuros, cineclub, charlas de anfitriones, participación en el Festival del Centro Histórico, y programas como Ciencia en las Calles y Luz Fuente de Vida, entre otros.

También solicitaron una explicación oficial sobre lo que ocurrirá con el edificio una vez que pase a manos de otras autoridades, “y lo que sucederá con el proyecto Museo de la Luz, ya que actualmente se cuenta con actividades y compromisos calendarizados para el año en curso.

Somos parte de este proyecto y creemos en él. No se cierra un museo, se roba la oportunidad a generaciones futuras de conocerlo. Pedimos que el proyecto Museo de la Luz se mantenga en una instalación independiente al Museo de las Ciencias Universum. Proponemos la reubicación del museo a un recinto donde pueda cumplir con sus objetivos de divulgación: ciencia, arte e historia.

Versiones de que el recinto será entregado a la Autoridad del Centro Histórico fueron desmentidas por Inti Muñoz, director del fideicomiso que se encarga de la recuperación de esa zona de la ciudad de México. El templo no forma parte del patrimonio universitario, la UNAM sólo lo resguarda.

Elementos esenciales del vitral

Este jueves, el Museo de la Luz (calle Del Carmen 31, esquina San Ildefonso) se sumará a la versión 26 del fmx Festival de México con la apertura a las 12 horas de la exposición De ciencia y arte: un ejemplo los vitrales, la cual aborda los orígenes de la Casa Montaña, de Torreón, Coahuila, prestigiada firma que fabricó vitrales creados por artistas como Roberto Montenegro y el vitralista Enrique Villaseñor, en los años 20 del siglo pasado.

Los visitantes podrán conocer los elementos esenciales del vitral: una composición plástica elaborada con placas vítreas traslúcidas que, a través de su instalación apropiada, transfiere luz modificada al interior o al exterior. Puede ser de una pieza o estar formado por secciones, compuesto por vidrios de colores o pintado sobre el cristal, pero siempre tiene que estar adosado a vanos para resaltar su transparencia, explican en el museo.

Entre los muchos datos interesantes acerca de los vitrales, está el empleo de metales, los cuales se utilizan para unir las piezas de vidrio, así como para fabricar cristales de colores y para el proceso técnico llamado pintura sobre vidrio, conocido también como pintura esmaltada a fuego.

Para la producción de vitrales se aplican polvos óxidos metálicos, de apariencia grisácea, sobre una placa de vidrio, transparente o de color, para determinar zonas de medios tonos, por ejemplo, rostros. Después, la placa se lleva a hornos especiales, a 600 o 700 grados centígrados, para fusionar el pigmento vitrificable sobre la superficie. Es el procedimiento pictórico más difícil, por la imposibilidad de corrección y porque el artista no ve los colores resultantes sino hasta después del horneado.

Cruzada social en Facebook

A propósito de la noticia del cierre del Museo de la Luz en el templo de San Pedro y San Pablo, luego de permanecer ahí durante casi 14 años, el investigador, realizador visual y anfitrión en ese recinto, Alberto Cuevas Martínez, presentó un texto en el Diplomado de Divulgación Científica que cursa en la UNAM, en el cual cuestiona: “¿No son suficientes 13 años –mismos que tiene el Museo de la Luz– para construir una sabiduría educativa de mano de la comunidad en el Centro Histórico? (...) La anulación de la divulgación tecnocientífica universitaria en el Centro Histórico se basa en el establecimiento de criterios generales –hoy denominados políticas– que desorganizan un quehacer cada día menos autónomo.

“Dichas políticas difieren de la concepción original del término propuesto por Aristóteles que antecedía la armonía social frente a los intereses de unos cuantos. Las acciones de los administradores –que no gestores– impuestas desde las altas esferas del poder atentan en contra del conocimiento científico y cultural. Dichas acciones traerán consigo efectos en las futuras investigaciones tecnocientíficas y la divulgación de sus resultados.”

Cerca de 3 mil 800 personas se han unido a la página de la red social Facebook que pide no se cierre el Museo de la Luz, único en su tipo, y ahí se debate la opción de su traslado a otro recinto.