Lisboa, 9 de marzo. Portugal, después de Grecia uno de los casos más problemáticos en la crisis de la deuda en la Unión Europa (UE), vivía este martes una ola de críticas al programa de austeridad presentado por el gobierno minorista de José Sócrátes. El gobierno anunció que subirá impuestos, reducirá los gastos públicos y realizará numerosas privatizaciones con el objetivo de bajar el déficit presupuestario del actual récord de 9.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) a 2.8 por ciento hasta 2013.

Voces del conservador partido socialdemócrata PSD, la principal fuerza de oposición, acusaron a Sócrates de exigir nuevos sacrificios del pueblo en lugar de bajar los gastos en la medida necesaria.

El Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC) es poco transparente, afirmó el líder del partido, Paulo Rangel, mientras que Pedro Passos Coelho, candidato a la jefatura del PSD, se quejó: Sócrates continúa apostando por el sacrificio de la gente.

Palabras mucho más duras usaron los representantes de la oposición de izquierda, muy poderosa en Portugal. El PEC es un ataque terrorista a la viabilidad de la vida social en un país con salarios tan bajos, sostuvo Francisco Louçã, líder del Bloque de Izquierda.

Por su parte, el jefe del Partido Comunista (PCP), Jerónimo de Sousa, anunció protestas masivas contra las medidas anunciadas por el gobierno. En opinión del diario de masas Correio da Manha, el plan gubernamental aplastará a la clase media.

El 25 de marzo, el gobierno quiere presentar su programa para debate y votación en el Parlamento nacional en Lisboa. En un discurso televisivo, Sócrates pidió anoche a toda la sociedad lusa apoyo al PEC: Este apoyo, dijo el primer ministro del socialdemócrata Partido Socialista (PS), es absolutamente necesario para que el plan de medidas pueda ser presentado internacionalmente.

El jefe de la bancada parlamentaria del PS, Francisco Assis, fue más drástico en su llamamiento y advirtió de gravísimas consecuencias en caso de que la Assembleia da República no apruebe el paquete de medidas.

Estas palabras fueron interpretadas por el diario económico Jornal de Negocios como una amenaza velada de renuncia del gobierno en medio de una creciente tensión política.

El ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, había anunciado que los gastos sociales serían reducidos y que el tipo que grava los ingresos superiores a 150 mil euros anuales será aumentado a 45 por ciento.

Sin embargo, el canal de televisión RTP calculó que los aumentos de impuestos, causados también por la reducción de los descuentos, afectará a todas las personas cuyos ingresos mensuales superen los 518 euros.

Asimismo, los sueldos de los funcionarios públicos serán congelados este año y en los próximos serán ajustados por debajo de la inflación.