Nueva York, 9 de marzo. El sismo de 8.8 grados en la escala de Richter que golpeó la región surcentral de Chile el 27 de febrero pasado, ocasionó un desplazamiento de tres metros hacia el oeste de la costera ciudad de Concepción, y alteró en menor medida la ubicación de otras localidades en Sudamérica, de islas del océano Pacífico e incluso de las Malvinas, en el Atlántico Sur.

Un equipo de científicos de las universidades estadunidenses de Ohio, Hawai y Memphis, del Instituto Tecnológico de California –donde se formuló la principal escala sismológica– y de varias entidades académicas sudamericanas, pudo confirmar los efectos geográficos del temblor mediante un estudio elaborado con mediciones vía satélite.

Los expertos utilizaron datos recabados antes y después del sismo con instrumentos de posicionamiento global (GPS) en diversos lugares. El movimiento telúrico tuvo su epicentro 339 kilómetros al suroeste de Santiago y a 55 kilómetros de profundidad en el Pacífico, cerca de las regiones de Maule y Biobío.

Además de Concepción, unos 500 kilómetros al sur de Santiago, otras localidades desplazadas a causa del sismo son la propia capital chilena con 28 centímetros al suroeste, Buenos Aires con 2.5 centímetros al oeste, y con medidas menores, la andina Mendoza, en Argentina, y Fortaleza, en la costa noreste de Brasil.

Los sismólogos consideran que este sismo es el quinto más fuerte desde que se cuenta con instrumentos para medir la magnitud de los terremotos, a principios del siglo XIX. La costa chilena está bordeada por una de las fallas geológicas que atraviesan el planeta y es la principal causa de temblores en Chile.

El sismo del Maule probablemente se convertirá en uno de los más importantes de los temblores estudiados, dijo Ben Brooks, científico de la Escuela de Oceanología de la Universidad de Hawai.

Un mapa con información sobre los desplazamientos fue publicado por la Universidad de Ohio en el sitio de Internet http:/researchnews.osu.edu/archive/chilequakemap.htm.

El temblor y el tsunami generado posteriormente causó la muerte a 497 personas, según las autoridades chilenas, que han realizado un recuento de fallecimientos luego de que la cifra aproximada que dieron a conocer inicialmente se ubicó en 802.

Una encuesta publicada este martes revela que 75 por ciento de los chilenos piensa que la presidenta Michelle Bachelet, militante del Partido Socialista que este jueves entrega el poder al derechista Sebastián Piñera, manejó acertadamente la respuesta gubernamental a la catástrofe.

Chile recibió hoy un nuevo apoyo externo con el anuncio de que el ejército estadunidense enviará docenas de médicos para atender a la población damnificada, calculada oficialmente en dos millones de personas.

Los doctores militares se sumarán a un contingente de 50 elementos de la Guardia Nacional del estado de Misuri, que el sábado comenzaron labores de ayuda en zonas devastadas.