El ex dirigente del PAN Manuel Espino calificó de bochornosa la actuación de César Nava, actual presidente del blanquiazul, quien –dijo– no sólo mintió, sino que además suscribió un acuerdo con el PRI para allanar el camino al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

En ese contexto, el político duranguense demandó que su sucesor ofrezca una disculpa por la pifia que cometió, y descartó que el presidente Felipe Calderón Hinojosa no haya estado enterado del pacto.

Un día después que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN cerrara filas en torno a Nava, Espino Barrientos lamentó la complacencia de la cúpula panista y criticó que en algunos miembros de su partido prevalezca la lógica de negociar la elevación de impuestos por votos. Entre ellos, comentó, se encuentra Fernando Gómez Mont, a quien consideró anulado como secretario de Gobernación.

El jueves pasado, el presidente de Acción Nacional reconoció que suscribió un acuerdo con su homóloga del PRI, Beatriz Paredes, en el que se comprometió a no realizar alianzas con la oposición en el estado de México durante los comicios del próximo año, a cambio de que el tricolor apoyara la iniciativa de Ley de Ingresos 2010. Durante la conferencia de prensa en la que admitió la existencia de ese convenio, César Nava aceptó que mintió cuando de manera reiterada negó el documento.

Al respecto, Manuel Espino calificó de bochornoso que un presidente nacional del PAN mienta para proteger la discrecionalidad de un acuerdo ominoso, que le allana el camino a Peña Nieto, que no estuvo avalado por el Consejo Nacional ni por el CEN panista, y que tampoco estuvo sustentado en una propuesta de la militancia mexiquense, como señalan los estatutos del instituto político.

Espino agregó que después de la exhibición que desprestigia al partido y contribuye al demérito de la política y al desencanto ciudadano, Nava no puede decir simplemente que eso fue un error, aunque hubo buena intención. Me parece una osadía decir que se seguía un propósito superior. ¿Cuál es ese propósito? ¿Ayudarle a Peña Nieto?, preguntó el ex dirigente, quien afirmó que ese no puede ser el fin superior para el presidente de Acción Nacional.

Se asegura que el objetivo era sacar la Ley de Ingresos, pero en el documento no aparece ese punto, de manera que se firmó un acuerdo que compromete al PAN pero no al PRI. Y aunque así hubiera sido, no tendrían por qué canjearse fichas electorales por fichas legislativas, subrayó.

Por donde se quiera ver el caso, agregó, hicimos el ridículo y fuimos motivo de vergüenza. Dijo respetar la decisión del CEN de decir que no pasa nada y confiar en Nava. Pero ¡yo no! Me siento avergonzado y sé que represento a miles de panistas que están indignados. En nombre de ellos, Espino ofreció disculpas a la sociedad mexicana por este desatino, pues en el PAN “no somos mentirosos ni hacemos pactos en lo oscurito ni andamos comprometiendo la dignidad del partido a la ligera”.

–¿Debe renunciar Nava a la dirigencia del PAN?

–No comparto eso de la cultura de la dimisión. Lo que quiero es que se tenga entereza para reconocer el error y ofrecer una disculpa. Yo ofrezco esa disculpa y espero que los mexicanos nos perdonen.

–Nava dice que el presidente Felipe Calderón no sabía del acuerdo; que fue informado con posterioridad.

–Por la simulación de la que me he percatado, me resisto a creer que el Presidente no sabía. Él no permite esas cosas. Él puso a César Nava y éste sabe que es al mandatario a quien le debe obediencia y lealtad. Entiendo que quieran cuidar al Presidente, y está bien, pero es una mala decisión política. La simulación es contraproducente, la gente no nos está creyendo.

–Beatriz Paredes afirma que el PRI no es traicionero y deja entrever que el PAN sí lo es –se le hizo notar.

–El PAN no es traicionero. Nava no es el PAN. El presidente del partido cometió un error y yo deslindo al partido de esa decisión equivocada.

Por último, Manuel Espino señaló que no importa quién chamaqueó a quién; si el PAN al PRI o el PRI al PAN. Con esta acción tan bochornosa para la política mexicana todos perdimos, pues se genera decepción ciudadana respecto de la democracia.

Sin embargo, puntualizó que el que más perdió fue el blanquiazul, pues se acreditó que el principal dirigente comprometió los intereses del instituto político colocando una alfombra roja a Peña Nieto rumbo a los comicios presidenciales de 2012. Si ya de por sí tenemos complicada la sucesión, con esto el partido está ayudándole al principal adversario, concluyó.