El secretario de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos, aseguró que la eventual ampliación de los horarios de los antros sólo propiciará que haya más consumo de alcohol y accidentes. Resaltó que la principal causa de muerte en las personas menores de 30 años son los percances de tránsito, de los cuales más de la mitad son provocados por el abuso del alcohol.

En entrevista al término de la entrega del Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria 2009, el funcionario señaló que en el país ha habido mucha permisividad en el consumo de bebidas embriagantes, por lo que ahora deberíamos ser más reflexivos y reconocer la realidad, sobre todo en esta época en que, con las redes sociales en Internet, los jóvenes han encontrado la forma de burlar los mecanismos de control, como el alcoholímetro.

Desde que se reformó la Ley de Establecimientos Mercantiles local, en la que se ordena a los bares, discotecas, cantinas y restaurantes-bares cerrar a más tardar a las tres de la mañana, el número de accidentes automovilísticos relacionados con el consumo de alcohol se ha reducido 28 por ciento, dijo el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Entrevistado luego de participar en la reunión privada en la que se instaló la Comisión de Justicia de la Conferencia Nacional de Gobernadores, el funcionario reconoció que será la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la que decidirá si se amplía el horario de funcionamiento de estos establecimientos, pero, subrayó, los diputados deberán analizar todas las variables para tomar la mejor decisión y la que más convenga a la ciudadanía.

Para el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, el debate no se debe centrar en los horarios de funcionamiento de los antros, pues lo que hay que garantizar es que dichos establecimientos cuenten con las medidas de seguridad necesarias, tanto al interior como al exterior.

Explicó que las autoridades deben imponer controles administrativos para garantizar que estos lugares cumplen con la normatividad vigente y, por ejemplo, distinguir entre un restaurante que abre las 24 horas, pero que no vende bebidas alcohólicas, y otro que podría abrir tres o cuatro horas al día, pero que sí expende bebidas embriagantes.

Desde el punto de vista de la comisión el debate no está en si cerramos a las 12 o a las cinco, sino más bien en las condiciones de seguridad dentro de los propios antros. Y en las posibilidades de que afuera también existan condiciones para que a la hora que salgan las personas de los bares haya menos posibilidades de que sean víctimas de violencia.