Roma, 12 de marzo. El escándalo por abusos sexuales en la Iglesia católica alcanza ya al papa Benedicto XVI, según denuncias que de inmediato fueron negadas por el Vaticano. Pero al mismo tiempo surgieron informes de que es posible que miembros del histórico coro de los Niños Cantores de Viena también hayan sufrido ese tipo de abusos en el pasado.

La Iglesia católica está afectada por numerosos escándalos de pedofilia que van desde Estados Unidos a Irlanda y desde México a Canadá o Alemania. Ante esta situación han comenzado a surgir voces en favor de una reforma del celibato de los sacerdotes, pero el Papa reiteró este viernes su carácter sagrado ante el Señor, de la entrega a Dios y a los otros.

Benedicto XVI expresó su aflicción por los crecientes casos de pedofilia de sacerdotes denunciados desde enero en Alemania, su país de origen. Incluso, entre las revelaciones más recientes destacan abusos contra los pequeños cantores de Ratisbona, dirigida desde 1964 a 1994 por el hermano del Papa, Georg Ratzinger.

A lo anterior se sumó un comunicado del coro de los Niños Cantores de Viena donde admite la posibilidad de que integrantes de esa formación hayan sido objeto de abusos sexuales en el pasado por supervisores, que se dio a conocer tras acusaciones en ese sentido en un diario austriaco de dos antiguos miembros, ahora adultos.

El famoso coro vienés, que no está afiliado a la Iglesia pero es un símbolo cultural austriaco, dijo que no puede hacer comentarios concretos sobre acusaciones que se remontan a décadas atrás. Sin embargo, instó a ex miembros, incluyendo a la pareja que hizo la denuncia al periódico Der Standard, a ofrecer nombres, fechas y otros detalles relevantes.

El coro, que se compromete a buscar luego pruebas en sus archivos para hacer justicia, fue fundado en 1498 por Maximiliano I y lo integran 100 personas, de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Suelen realizar unas 300 presentaciones internacionales al año, y viven en residencias mientras están fuera de sus casas.

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, dijo que el Papa estaba consternado luego de que hoy le informó en el Vaticano sobre abusos por curas contra niños que estaban en escuelas o internados en los años 70 y 80, escándalo que ha provocado gran malestar en el gobierno alemán y una investigación por la fiscalía.

El papa aprobó una serie de medidas que la Iglesia alemana adoptó para combatir los abusos sexuales, entre las que está el nombramiento del propio Zollitsch como referente para tratar los casos de pedofilia, quien aprovechó para volver a pedir disculpas a las víctimas.

En tanto, el influyente periódico alemán Suddeutsche Zeitung denunció que durante la década de los años 80 del siglo pasado, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI, cuando era arzobispo de Munich dio su visto bueno para que un presunto sacerdote pedófilo fuera albergado en la diócesis para que se sometiera a una terapia.