Jerusalén, 12 de marzo. Israel cerró hoy por 48 horas el territorio ocupado de Cisjordania por temor a brotes de violencia, en rechazo al nuevo impulso que el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu da a la construcción de viviendas en regiones palestinas.

El estricto cerco fue decidido por el ministro de Defensa, Ehud Barak, por motivos de seguridad y riesgo de atentados, según fuentes militares. La medida entró en vigencia la medianoche del jueves y podría prolongarse.

Las autoridades israelíes se inquietan sobre todo por el riesgo de incidentes en Jerusalén este, donde la policía desplegó refuerzos y prohibió el acceso a la Explanada de las Mezquitas a los hombres de menos de 50 años para la gran oración del viernes.

El viernes pasado, violentos incidentes se produjeron en la explanada luego de la decisión de Netanyahu de inscribir en el patrimonio nacional de Israel dos santuarios de Cisjordania, la Cripta de los Patriarcas en Hebrón y la Tumba de Requel en Belén.

El ejército de Tel Aviv cerca sistemáticamente Cisjordania en ocasión de cada fiesta israelí. Es la primera vez desde hace dos años que tal medida es adoptada cuando no está prevista celebración alguna en Israel.

Desde la segunda intifada en septiembre de 2000, Cisjordania está sometida cotidianamente a un cierre de facto. Sólo unas decenas de miles de palestinos son autorizados cada día a ir a Israel.

La tensión aumentó esta semana con la autorización del Ministerio del Interior a la construcción de mil 600 viviendas en un sector árabe de Jerusalén anexado por el gobierno de Israel.

Manifestantes quemaron banderas israelíes y estadunidenses, mientras Khalil Hayya, un líder del movimiento Hamas que controla Gaza, instó al partido político del presidente palestino Mahmud Abbas, Fatah, a revertir su decisión de iniciar negociaciones de proximidad con Israel.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, cuestionó el proyecto israelí y lo calificó como una señal profundamente negativa.

En el mismo tenor se pronunció el Cuarteto para Medio Oriente, y reafirmó que cualquier acción unilateral de una de las partes no puede prejuzgar el resultado de las negociaciones ni será reconocida por la comunidad internacional, según comunicado en Nueva York del grupo conformado por Naciones Unidas, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos.