Con escasa respuesta, la delegación Azcapotzalco realizó ayer al mediodía un simulacro de sismo en la Unidad Habitacional El Rosario y a pesar de que las autoridades calcularon una participación cercana a los 3 mil condóminos algunos de los vecinos refirieron que hubo poca organización y que el número de vecinos que evacuaron sus departamentos fue mucho menor.  

El ejercicio supuso un sismo con epicentro en Guerrero y de intensidad 6.9 grados. Fue diseñado para que participaran los habitantes de mil 440 departamentos repartidos en 72 edificios.

Se estima que la población de la unidad habitacional, una de las más grandes de América Latina, es de 30 mil habitantes, por lo que de confirmarse el cálculo que realizó el jefe delegacional, Enrique Vargas, al finalizar el simulacro significaría una participación de 10 por ciento de los residentes.

Por haber sido el primero yo creo que fue un éxito. Fue importante el hecho de que hayan participado los representantes vecinales y alrededor de 3 mil personas, abundó Enrique Vargas.

Una de las zonas de seguridad establecidas, es decir el área donde deben concentrarse los vecinos en caso de temblor, ayer permanecía libre, sin embargo, los lunes, miércoles y viernes está ocupada por un tianguis, situación que se le explicó a las autoridades.

Creo que faltó más organización. No escuchamos la alarma. Hay que pulir algunos detalles e invitar a más personas, porque ahora participamos muy pocos, refirió María Guadalupe López, del edificio Heriberto Frías.

El simulacro fue organizado por la delegación luego de que varias zotehuelas se vinieran abajo debido a la falta de mantenimiento de los inmuebles. Al respecto, el jefe delegacional informó que, además de las estructuras que se desplomaron, fue necesario derribar siete más.

El próximo martes habrá una reunión con autoridades del Gobierno del Distrito Federal. Queremos conjuntar esfuerzos hacer una supervisión de toda la unidad e invertir lo necesario para reponer las zotehuelas que se demolieron y reconstruir las que estén a punto de caerse, abundó Vargas.