Roma, 13 de marzo. Unas 3 mil acusaciones de pedofilia contra sacerdotes fueron analizadas por las autoridades del Vaticano de 2001 a 2010 por hechos cometidos en los últimos 50 años, reconoció hoy un responsable de la Iglesia católica.

En tanto, el Vaticano salió en defensa del papa Benedicto XVI al rechazar que esté involucrado en uno de los escándalos por abusos sexuales en la Iglesia católica de Alemania, y consideró que ha habido ensañamiento en su contra por un afán por implicarlo, pero está claro –agregó– que esos intentos fracasaron, a decir del vocero Federico Lombardi.

De 2001 a 2010 hubo aproximadamente 3 mil acusaciones que implicaban a sacerdotes diocesanos o religiosos por crímenes cometidos en los últimos 50 años, dijo Charles J. Scicluna, del ministerio público del tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe –fiscalía del antiguo Santo Oficio–, en entrevista otorgada a Avvenire, el periódico de la Conferencia Episcopal italiana.

Afirmó, al establecer su propia distinción, que en más o menos 60 por ciento de los casos se trata más bien de actos de efebofilia, es decir, de atracción física por adolescentes del mismo sexo; en 30 por ciento, de relaciones heterosexuales, y el restante 10 por ciento de verdadera pedofilia, es decir, de una atracción sexual por muchachos impúberes.

En esta entrevista divulgada por la sala de prensa del Vaticano, el prelado explicó que en nueve años, los casos de sacerdotes acusados de pedofilia son por lo tanto unos 300, y acotó que es demasiado, pero hay que constatar que el fenómeno no está tan extendido como se quiere hacer creer ya que hay 400 mil sacerdotes diocesanos y religiosos en el mundo.

Scicluna también dijo que eran falsas y calumniosas las acusaciones acerca de que Joseph Ratzinger fue responsable de una política de encubrimiento de abusos tras ser nombrado en 1982 prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, antes de convertirse en Papa. En coincidencia con el padre Lombardi, se refirió a la resuelta acción papal para luchar contra esos crímenes.

Por su parte, Lombardi señaló que en los últimos días hubo algunos que buscaron obstinadamente en Ratisbona y Munich elementos para implicar al santo padre en los abusos, en alusión a las denuncias de medios de prensa alemanes acerca de que Ratzinger habría tenido que ver en un escándalo de un presunto cura pedófilo.

Lombardi se refirió así al escándalo de abusos que implicó al coro de Ratisbona, que durante 30 años dirigió el hermano del Papa, Georg Ratiznger, y al cuestionamiento al propio pontífice que entonces era el arzobispo de Munich, que según la prensa alemana hospedó en los años 80 a un cura que luego fue condenado por abuso sexual de menores.

Según el arzobispado de la ciudad alemana, en aquel entonces Ratzinger sólo fue consultado para hospedar al sacerdote sospechoso, quien debía comenzar una terapia. Pero fue el vicario general de la época, Gerhard Gruber, quien en vez de enviarlo a la terapia le asignó una parroquia, por lo que asumió su responsabilidad completa en esta decisión.

Tras citar lo anterior, Lombardi dijo que pese a la tormenta, la Iglesia tiene ante sus ojos el camino que debe seguir, bajo la segura y fuerte dirección del santo padre.

Expresó además su esperanza de que estas turbulencias puedan ser al final una ayuda a la sociedad para mejorar la protección y formación de niños y jóvenes.