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Se pueden crear formas inéditas; resulta un gran alimento para el espíritu, apunta

Saúl Kaminer revalora el arte abstracto en una época de pérdida de sentido

Exhibe La sombra de la sombra en el Museo Mural Diego Rivera

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La manera en que expresamos la realidad hasta hace un año ya no nos sirve para externar la de hoy, expresó en entrevista el artista plásticoFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de marzo de 2010, p. a13

Para el pintor y escultor Saúl Kaminer (México DF, 1952), la reciente crisis económica y financiera también generó un colapso del imaginario. Casi, casi podría decir que la manera en que expresamos la realidad hasta hace un año ya no nos sirve para externar la nueva realidad, afirma el artista, cuya propia obra ha dado un giro, como se observa en La sombra de la sombra, exposición de pintura, escultura, objeto y dibujo, inaugurada en el Museo Mural Diego Rivera (Balderas y Colón, Centro).

Kaminer ejemplifica: Veo que muchos de los artistas conceptuales, como Damien Hirst, quieren volver a pintar. El arte es una gran caja de resonancia de la realidad; las propuestas formales, creativas, van siempre adelante de ella, y ésta se ha transformado. Los que pueden dar cuenta de la nueva realidad son los artistas. al proponer nuevas formas.

A los artistas nos corresponde leerla de otra manera, darle forma, pero no sabemos cuál es la forma en la realidad y la única manera es trabajando. Acota: En lo personal también he tenido una transformación interior. En los recientes tres años me ha tocado pasar a otra etapa de la vida. He sentido la realidad exterior transformarse al mismo tiempo que mi realidad interior. Hasta ahora mi obra era muy figurativa, con muchas referencias a un mundo claramente mexicano, y de pronto me doy cuenta de que necesito otras formas para acercarme a la realidad, porque es diferente. En vez de figuras en sus cuadros, ahora tiene presencias.

Continúa: Dentro del trabajo me ha pasado que tengo menos miedo de ir a la forma. Antes era mucho más riguroso en la construcción formal. Ahora, por ejemplo, hago mucha escritura automática y a partir de ella salen formas, volúmenes, que recorto, proyecto; incluso ahora hago experimentos visuales. Es decir, tengo todo un archivo de experimentos visuales relacionados con las sombras.

La sombra siempre ha sido un tema relevante en la obra de Kaminer. Antes, no obstante, lo trabajaba por medio del desdoblamiento de la figura, a la manera de huecos, incisiones, que evocan regiones oscuras. En esta ocasión, asegura el entrevistado, voy más lejos, porque no es sólo la sombra, sino la sombra de la sombra. En un sentido jungiano la sombra viene a ser como la parte del ser no llevada a cabo; mediante las sombras es como uno entra en contacto con la parte monstruosa del ser y le da forma humana.

Ahora la sombra es como un soplo del espacio. Hace que el espacio respire, es su proyección. Además es un espacio con formas abstractas que genera otras y nos da muchas inéditas, con cantidad de lecturas y significados. Se vuelve un enjambre, un tejido visual y espacial, que me parece algo cercano al soplo o al aliento de la vida.

Reitera: En esta época de grandes transformaciones y de pérdida de sentido, por guerras, temblores, devaluaciones, colapsos financieros, cobra importancia el arte más abstracto, donde se pueden crear formas inéditas; en este momento resulta un gran alimento para el espíritu, el pensamiento, y nos permite entrar en contacto con la realidad desde una perspectiva no cerrada. Como que nos abre el horizonte del pensamiento, del sentimiento, de la emoción y de maneras de acercarnos a nuevas realidades que aparecen.

Kaminer incluso ha retratado esa región oscura en la escultura Sombra, de barro negro con alto contenido de óxido de hierro, proveniente de la región de Borgoña, Francia, la cual, a la vez es una arquitectura que me interesa por el espacio, la luz y por su funcionalidad.