Tula, Hgo., 18 de marzo. Este año arrancará la construcción de la refinería en Hidalgo con 5 mil millones de pesos, aunque las metas de refinación anunciadas por el presidente Felipe Calderón disminuyeron de 300 mil a 250 mil barriles diarios.

Sin aludir a la fracasada construcción de un nuevo aeropuerto durante el gobierno de Vicente Fox, dijo que los terrenos donde se edificará la llamada refinería Bicentenario están disponibles y no habrá disputas legales ni controversias jurídicas, que siempre entorpecen y en ocasiones frustran los grandes proyectos de infraestructura.

Al conmemorar el 72 aniversario de la expropiación petrolera, Calderón dejó en claro que esta vez pondrán más cuidado en la planeación, para evitar errores como los del pasado, sobre estimación de costos y ejecución en tiempo, que han sido muy caros para Petróleos Mexicanos (Pemex) y para la población.

Con porras de centenares de trabajadores petroleros traídos de diversos estados y atractivas edecanes, Calderón y Carlos Romero Deschamps –el cuestionado dirigente sindical por su participación en el Pemexgate, en el que se usaron recursos de Pemex para una campaña electoral del PRI– fueron recibidos en la explanada del taller eléctrico de la refinería de Tula, en Hidalgo, estado elegido simbólicamente para que el michoacano buscara despejar dudas sobe el lento avance del proyecto.

Estruendo y sobresalto

En la ceremonia hubo un sobresalto. Cuando el Presidente leía su discurso se escuchó un estruendo que puso en alerta a los elementos del Estado Mayor Presidencial. Calderón hizo una pausa y continuó su intervención al saber que la termoeléctrica de la refinería de Tula había soltado vapor en forma repentina.

Rodeado por funcionarios del ramo, el Presidente anunció que están listos los 5 mil millones de pesos para arrancar el proyecto de la refinería. Con este propósito, explicó, se concluyó el diseño del proceso, de los escenarios críticos de operación y del cumplimiento de la normatividad en materia ambiental y de seguridad industrial.

Aclaró que buscará invertir mucho más dinero en la planeación y evaluación, para no repetir los errores cometidos en el pasado en proyectos enormes que a la hora de ejecutarlos resulta que necesitan más dinero de lo previsto y no pueden sacarse adelante.

En reiteradas ocasiones se enorgulleció de que el lugar donde se construirá la refinería está listo; no como otros proyectos de gran dimensión que se han planeado, pero simple y sencillamente no fue posible desarrollarlos porque no se contaba con los terrenos para hacerlos.

Ahora, dijo, están disponibles los terrenos del polígono formado entre los municipios de Atitalaquia, Tula y Tlacoxpan.

El presidente Felipe Calderón, durante el acto conmemorativo por el 72 aniversario de la expropiación petrolera, celebrado en la refinería de Tula, en el estado de HidalgoFoto Notimex

El gobernador de Hidalgo, el priísta Miguel Ángel Osorio Chong, hizo un reconocimiento a los ejidatarios que, al vender sus tierras, pusieron los intereses del país por encima de los suyos propios.

Declaró que como no quieren más contaminación, decidieron ir por la refinería, porque a partir de ésta reivindicarán a Pemex con un plan estratégico de desarrollo en la región que no se reviente cada tres o seis años.

La nueva refinería procesará por lo menos un cuarto de millón de barriles al día, entre ellos el combustóleo que ya se produce en Tula, para convertirlo en gasolinas de alta calidad con la finalidad de aumentar el valor agregado de toda la cadena productiva de Pemex-Refinación.

Lejos de los argumentos que utilizó para impulsar la reforma energética en cuanto a la caída de la producción petrolera, Calderón señaló que ha logrado revertirla y se ha estabilizado en 2 millones 600 mil barriles diarios.

Anunció que la tasa de restitución de reservas probadas alcanzó 77 por ciento el año pasado, cuando en otras épocas llegó a ser de casi cero o se ubicó en promedios de más de 20 por ciento.

A diferencia de celebraciones anteriores, en las que aprovechó para promover nuevas reformas en el sector energético, esta vez no habló directamente del tema. Sólo hizo un llamado a la administración de la paraestatal, a los consejeros profesionales, a los trabajadores sindicalizados y a sus dirigentes a sumarse a la gran cruzada por un Pemex fuerte y renovado.

Advirtió que Pemex deberá ser capaz de hacer más con los recursos limitados con los que cuenta el país, y seguirá siendo siempre empresa de todos los mexicanos.

Aval del sindicato a la IP

Con esas palabras pareció dar respuesta a Romero Deschamps, quien se quejó de la astringencia presupuestaria, aunque aclaró que no se oponen a la participación de compañías en apoyo de las tareas de la paraestatal.

A lo que nos oponemos abiertamente, agregó, es a la inversión privada cuando representa un menosprecio a los recursos que en instalaciones, capacidad técnica y trabajadores calificados dispone la empresa e implica un dispendio pagar al tercero y al propio.

Exigió rectificar el trato mezquino dado a los petroleros por algunos sectores y pidió unidad a los mexicanos, sobre todo en un año en que las actividades política y electoral hacen prever turbulencia y poco entendimiento.

Romero Deschamps señaló la continua declinación de la producción en Cantarell y las dificultades para la consolidación de nuevos yacimientos que la compensen; además, sostuvo que no se ha logrado la verdadera integración de los diferentes organismos subsidiarios.