acto de traición, vender la materia prima en lugar de productos de mayor valor agregado: IMPI
Sábado 20 de marzo de 2010, p. 24
El presidente del Instituto Mexicano del Plástico Industrial (IMPI), Rafael Blanco Vargas, aseguró que la actual política energética que privilegia la exportación de petróleo crudo sobre la transformación en productos de mayor valor agregado, como es el desarrollo de la petroquímica, es un acto de traición.
En conferencia de prensa indicó que continuar la exportación de la materia prima es una irresponsabilidad social porque el XXI es el siglo de la petroquímica, por lo que el petróleo no sólo es un energético, sino un material estratégico del presente y de uso creciente en forma exponencial hacia el futuro.
Señaló que la ignorancia de los legisladores, quienes se rodean de asesores que desconocen el tema, es una de las causas por las cuales se continúa con esta política. El petróleo no es una mercancía más, es un material estratégico que hay que dosificar dentro de un desarrollo sustentable
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Como ejemplo, dijo, el barril de crudo se comercializa en unos 60-70 dólares, mientras que transformarlo en productos petroquímicos ese barril alcanza un valor de 250 dólares y si se realizan artículos especializados, como válvulas de corazón, el valor aumenta a unos 3 mil dólares.
Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene que invertir, agregó, no sólo en exploración y extracción. Es importante aumentar significativamente la capacidad de refinación, dejar de exportar el crudo y utilizarlo internamente para la producción de un mayor volumen de gasolinas y petroquímicos. Esto permitirá que el país fortalezca su economía a través de garantizar abasto local de productos petroquímicos en la medida en que se sustituyan importaciones e incluso, exportando productos de mayor valor agregado y no quedarnos sólo con los ingresos que genera el petróleo crudo
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Para entender la importancia de este asunto, explicó, basta con una simple comparación: En México sólo contamos con seis refinerías en Pemex, las cuales, aunque han atravesado por múltiples procesos de modernización y reconfiguración, como el caso de las refinerías de Cadereyta, Madero y Minatitlán, se construyeron desde principios del siglo pasado y desde el año 1979 no se ha construido una sola refinería en este país.
Recordó que Estados Unidos, por su parte, que tiene una población tres veces superior a la de México, cuenta con 149 refinerías y es el principal proveedor de donde importamos productos petroquímicos, desde gasolinas hasta plásticos.
Sigamos el ejemplo de China y otros países asiáticos que han descubierto el beneficio de vender productos terminados de mayor valor agregado en lugar de vender materias primas básicas
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