El debate en torno a la regulación de los establecimientos mercantiles tuvo, la madrugada del sábado, dos expresiones distintas: mientras que integrantes de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (Anidice) se presentaron de improviso en una fiesta que se realizaba en el edificio de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), a la que calificaron de clandestina, autoridades de la delegación Coyoacán decretaron la clausura de seis antros por violar diversas normas, como la falta de licencia y el incumplimiento de medidas de protección civil.

El viernes por la tarde el presidente de la Anidice, Ismael Rivera, convocó a un recorrido por fiestas clandestinas para corroborar la impunidad con que operan y que a decir de los dueños de discotecas y bares, se realizan con fines de lucro y sin ninguna restricción.

En el décimo piso de la sede de la Canacintra, que se ubica en la esquina de las avenidas Patriotismo y San Antonio, se realizaba una fiesta donde la mayoría de los asistentes eran jóvenes. Rivera aseguró que con el pago de un “cóver de 200 pesos en taquilla y 160 en preventa” se tenía acceso a barra libre hasta las cinco de la madrugada.

Hay que poner mucha atención en este tipo de fiestas clandestinas. Calculamos que en un fin de semana puede haber hasta 30 festejos similares. Quienes las organizan son adultos. Son fiestas que se hacen sin ningún control y ponen en riesgo a quienes acuden a ellas, entre los que se encuentran menores de edad, abundó.

Por su parte, fuentes de la Canacintra explicaron que su edificio sede, ubicado en la delegación Benito Juárez, cuenta con varios salones que son rentados a particulares por medio de su área de relaciones públicas.

Con respecto de la acción de la autoridad realizada en Coyoacán, se clausuraron los establecimientos denominados Cheel and Go, Pills, Malaspina, Café Lounge, Delfín Madrigal y la Taberna de Mou.

Los cuatro primeros se ubican en el número 110 de Calzada de las Bombas, en tanto que el Delfín Madrigal y la Taberna de Mou se localizan en la zona de los pedregales.

En un comunicado de prensa la demarcación informó que ninguno de los negocios contaba con la licencia de funcionamiento, ya que el uso de suelo no les permite vender bebidas alcohólicas y que a la fecha se han clausurado alrededor de 30 establecimientos.