Un gran capullo de ocho metros de largo por tres de diámetro se forma en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Alcanzará su máximo esplendor el domingo 21 por la noche, cuando, a las 19 horas, sea iluminado por dentro, a la vez que albergará pequeños capullos colgantes.

Capullo Tlatelolco es parte de un proyecto de la artista estadunidense Kate Browne con apoyo del Centro Universitario Taltelolco, cuyo propósito es construir una estructura grande, al aire libre y que requería la participación de otras personas. Browne lo ve como algo “muy teatral. Inclusive, su construcción es como el teatro sin palabras. Luego, reúne a la comunidad y ésta discute qué materiales emplear; después hacen las miniaturas que contienen un objeto significativo para ellos. Al final del día, si los participantes desean llevarse su objeto, se le toma una foto para colocarla en su lugar.

Apunta: Decidí hacer capullos porque me dedico al teatro experimental, que encierra muchas imágenes. He encontrado que para las personas ver imágenes en la vida cotidiana, así como en un escenario más teatral o en esculturas participativas, les ofrece sorpresas acerca de su vida y nuevas maneras de pensar.

El día que los participantes realizan los capullos miniatura, Browne también les hace tres preguntas: ¿de qué material hizo la miniatura?, ¿qué objeto incluyó?, y de sufrir una metamorfosis, como la oruga, ¿en qué se convertiría?; “pregunto eso porque quiero que la gente entre en su inconsciente y hable. Hay personas que se expresan con historias muy lineales y otras que lo hacen de manera muy surreal.

Todo tiene que ver con adentrarse en el inconsciente para permitirse experimentar aquel estado de asombro que conocimos de niños, pero que a veces olvidamos.

Este es el segundo capullo que realiza la artista. El primero, de árboles, fue en el norte del estado de Nueva York: Doblamos los árboles y los cubrimos con hojas de maíz.

En México optó por usar un poliducto de color naranja, que por dentro está reforzado con tres piezas rectas del mismo material. La piel exterior se hizo con vaina de plátano que consiguió en la Merced. La idea es tejer 108 tapetes de hoja de plátano para después ligarlos a la estructura del poliducto.

Capullo Tlatelolco será desmantelado el martes 23. No obstante, Browne proyecta hacer después una exposición en alguna galería para mostrar los capullos miniatura y ambientar con el sonido de las historias contadas.

Relata: “Crecí en la campiña y de manera solitaria me enfrenté al mundo. Experimenté muchas cosas de cerca y eso se volvió mi fuerza, de lo que se trata mi arte.

Tengo un problema con mis ojos, entonces, la imaginería se volvió muy importante para mí en mi trabajo, así como darla a los demás en términos de público. Quise crear un capullo en la ciudad de México, porque esta urbe es tan antigua. Los lugares donde trabajo deben tener muchas capas de historia. En el caso de Tlatelolco es mucho más antigua y encierra el poder de la historia. Quise construir el capullo aquí porque tiene que ver tanto con la historia personal como con la comunitaria.

En julio próximo hará un tercer capullo en Mississippi, en un poblado en el delta adonde alguna vez fueron los trabajadores civiles para registrar votantes.