La muerte de Higinio Muñoz García tiene que ser un motor y un compromiso para seguir luchando por las causas que nos enseñó, expresó el sacerdote Martín Hernández durante una misa efectuada ayer al mediodía en la sede de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), en honor del antiguo activista universitario, fallecido la mañana del viernes por una meningitis.

Por la noche se realizó otra ceremonia religiosa oficiada por el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, y por Gonzalo Ituarte, ex vicario de la diócesis de esa ciudad chiapaneca.

Una de las lecturas estuvo dirigida a las personas que no viven para sí; se llamó a la búsqueda del sentido colectivo y a sumar esfuerzos para incorporarse a las luchas de los pobres, por la justicia y la paz.

En ambas ceremonias se recordó a quien fuera activista en los movimientos estudiantiles de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1986 y 1987 y entre 1999 y 2000. Muñoz era un pacifista, luchador incansable y defensor del derecho a la educación. Ojalá se multiplique en cientos de jóvenes, expresaron varios asistentes a los actos religiosos.

Presencia de académicos y activistas

Durante la misa del mediodía estuvieron presentes integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, encabezados por Trinidad Ramírez, quienes colocaron los símbolos de su movimiento –un machete y un paliacate rojo– al pie del féretro; académicos como Adolfo Gilly, Hugo Casanova y Hugo Aboites, estudiantes y activistas de diversas corrientes de pensamiento. Asimismo, acudieron Enrique González Ruiz, Dolores González y Carlos Fazio.

Decenas de personas dieron el pésame a la madre de Higinio, Margarita García. En la primera ceremonia religiosa el sacerdote solicitó a los asistentes entonar las coplas de Hasta siempre, comandante, donde se sustituyó la frase “Comandante Che Guevara”, por Higinio Camarada.

A la mitad de la misa el prelado invitó a la congregación a tomar el micrófono y exponer alguna anécdota o idea sobre el fundador del Comité Estudiantil Metropolitano (CEM).

La dirigente atenquense Trinidad Ramírez fue una de quienes tomaron la palabra. Afirmó que Higinio Muñoz fue una persona con una grandeza inmensa; era muy sencillo y humilde con sus hermanos, pero no fue de esta manera con los malos gobiernos.

Recordó que el activista acompañó la lucha de los atenquenses desde 2001, cuando defendieron sus tierras frente al proyecto del gobierno foxista de construir el nuevo aeropuerto internacional de la zona metropolitana. Muñoz no era de los que sólo opinaba; se comprometía en los quehaceres de construcción para cambiar el sistema.

Una madre de dos jóvenes que estudian en la universidad, agradeció que, por medio de la labor del líder de la CEM, sus hijos –que habían sido rechazados– accedieran a la educación superior.

Este domingo, el cuerpo del dirigente nacido el 11 de enero de 1967 en Azoyú, Guerrero, será trasladado a Acapulco, donde el lunes será sepultado.