La poca penetración de tecnologías de la información (TIC) y servicios de telecomunicaciones en México y América Latina propiciarán que estos sectores se conviertan en el cuello de botella de la economía regional, lo que hace necesario que se promuevan inversiones superiores al menos en 10 por ciento a las actuales, y desarrollar esta infraestructura, señaló Telefónica Movistar.

En un documento encargado al consultor Raúl Katz, la empresa propuso seis líneas para fomentar la inversión, entre las que destaca apalancar al Estado como el principal usuario de las TIC; desarrollar programas de vinculación entre pequeñas y medianas empresas (Pymes) y la tecnología, y establecer una agenda de mayor colaboración entre el sector público y el privado.

Destacó que aunque los avances en la penetración de la telefonía de voz como de banda ancha son significativos en el último lustro, la brecha digital respecto a otras partes del mundo sigue siendo evidente.

Escaso acceso a banda ancha

Documentó ese retraso con cifras del libro La contribución de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el desarrollo económico: propuestas de América Latina a los retos actuales.

En el texto se informa que el acceso a banda ancha en América del Norte llega a 27.8 habitantes por cada cien; en Europa es de 24.8. En América Latina, Chile es el país con mayor penetración, con 8.8 habitantes por cada cien, y en México son 7.2 habitantes por cada centenar, atrás de Argentina y Uruguay.

El especialista aseguró que las TIC propician el desarrollo de infraestructura y la generación de empleos directos, indirectos e inducidos para el sector servicios, en el que se requiere mano de obra capacitada, pero también impulsan procesos productivos más eficientes, aceleran la tasa de innovación y recomponen las cadenas de valor.

Telefónica puntualizó que las seis iniciativas propuestas por Raúl Katz para promover el crecimiento al menos en 10 por ciento en las inversiones en telecomunicaciones y TIC consisten en dar mayor promoción a estos sectores, crear planes regionales de capacitación, establecer una agenda de mayor colaboración entre el sector público y privado, construir técnicas de monitoreo sobre el impacto económico, apalancar al Estado como el principal usuario de TIC y desarrollar programas de vinculación entre las Pymes y la tecnología.