Lunes 22 de marzo de 2010, p. 19
Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un proceso de industrialización, con base en técnicas de nanotecnología, para que en el tratamiento de jugos cítricos procesados no se generen residuos contaminantes. La investigación, que tiene lugar en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, consiste en obtener nanoarcillas a partir de arcillas mexicanas, a las que se modifica la polaridad para lograr que las moléculas del flavonoide (denominado naringina, principal causante del sabor amargo de los cítricos) se adhieran a las partículas de estos minerales para extraerlas de los jugos. Actualmente y sin el nuevo proceso, la naringina es removida de los jugos mediante el uso de resinas sintéticas, las cuales al ser desechadas al término del proceso contribuyen al deterioro ambiental.
“Utilizamos arcilla mexicana en la investigación porque es económica, abundante en la naturaleza y ecológica. Además su cualidad de hidrofílica (soluble) permite que con técnicas de nanotecnología se modifiquen sus propiedades físicas y cambiar su polaridad”, detalló Sofía Arellano Cárdenas, titular del proyecto.
Destacó que las modificaciones nanotecnológicas le confieren a las arcillas propiedades hidrofóbicas específicas que las hacen repelentes al agua. Esta nueva propiedad permite que las nanoarcillas únicamente sirvan para extraer las moléculas de naringina contenidas en la naranja amarga y la toronja.
Mencionó que actualmente el uso de las nanoarcillas se relaciona con la remoción de contaminantes de aguas residuales y en procesos de catálisis, pero hasta el momento no se aplican para mejorar el sabor y calidad de jugos cítricos, por lo que próximamente se publicarán dos artículos científicos en revistas internacionales y se expondrán los avances en congresos y conferencias.