Luego de conocerse que en esta década autoridades del Vaticano han analizado unas tres mil acusaciones de pedofilia contra sacerdotes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que la Iglesia católica de México no cuenta con un registro nacional del número de casos de pederastia cometidos por clérigos, porque, por norma de Roma, cada diócesis debe informarle directamente de esa situación.

Manuel Corral, secretario de relaciones de la CEM, manifestó que ese dato no lo tiene ni siquiera la Secretaría General, de cuántos casos en México están registrados de abusos por parte de sacerdotes. Esto se debe, explicó, a que cada obispo rinde directamente un reporte de esa información al Vaticano, por lo que cada arquidiócesis y diócesis es responsable de lo que sucede con sus sacerdotes.

Debido a esa situación, afirmó en entrevista, dentro de la cúpula de jerarcas de la Iglesia católica mexicana no se ha hablado, entre lo que tengo entendido y escuchado, de la intención de integrar un expediente de los casos de pederastia en el país.

Sobre las investigaciones que Benedicto XVI anunció que emprenderá por los casos de pederastia cometidos por sacerdotes, el Observatorio Eclesial de México consideró que es una medida tardía e insuficiente ante el desplome de la credibilidad que registra esa institución y porque los abusos contra menores de edad son un problema estructural en la Iglesia católica.

La carta pastoral dirigida a la grey irlandesa es un paso importante porque la Iglesia reconoce actividades ilícitas de sus religiosos. Sin embargo, sabemos que en la práctica no sucederá, porque siguen operando sus mecanismos de encubrimiento e impunidad ante estos temas, manifestó José Guadalupe Sánchez, vocero del OEM.

El que Joseph Ratzinger tenga un notorio cambio ante los abusos sexuales cometidos por religiosos es porque reconoce que sí estaba ocultando los hechos, pero señalar sólo el caso específico de Irlanda es querer ocultar los casos de Alemania, Francia, España, Portugal, México, Brasil y Estados Unidos, que de este último no se ha dicho nada, refirió Luis Miguel Pérez Juárez, especialista en políticas públicas del Tec de Monterrey.

“Ante la pregunta de si lo anunciado es suficiente, la respuesta es ‘por supuesto que no’. No lo es para nadie, ni para los cientos de personas víctimas de ataque sexuales ni para la propia Iglesia, que constantemente se ve desfigurada y castigada por sus torpezas en el tratamiento de esta situación.”

La Iglesia tiene que ser copartícipe en la investigación de aquellos sacerdotes que cometieron delitos y debe haber castigo conforme al derecho canónico, pero sobre todo penal, destacó el director general de la Escuela de Gobierno y Administración Pública del Tec de Monterrey.