El FMI no tiene claro cuál será su rol en el plan de ayuda junto con la Unión Europea
El Consejo Europeo aprobó préstamos, pero se desconocen condiciones y destino de los recursos
Domingo 28 de marzo de 2010, p. 25
Atenas, 27 de marzo. La posibilidad de acciones concretas para solucionar la crisis económica de Grecia sigue en la incertidumbre. Por un lado Atenas aún no define si emitirá una venta de bonos para colocar deuda y hacerse de recursos y por el otro el Fondo Monetario Internacional (FMI) no tiene claro cuál será su rol en el plan de ayuda para el país helénico.
El pasado jueves los líderes de la Unión Europea acordaron entregar préstamos a Grecia con el respaldo del FMI. Sin embargo, funcionarios del organismo con sede en Washington desconocían exactamente cómo serían utilizados los recursos del fondo y cómo podría éste imponer la serie de condiciones que generalmente acompañan su ayuda financiera.
Grecia aún no toma una decisión final sobre la emisión de un bono la semana próxima, dijo este sábado el ministro de Finanzas griego, George Papaconstantinou, después de un reporte del diario Financial Times, según el cual el país planeaba lanzar un bono por 5 mil millones de euros (unos seis mil 670 millones de dólares) en los próximos días, tras citar al jefe de la agencia de manejo de deuda pública del país (PDMA por sus siglas en inglés), Petros Christodoulou.
Grecia necesita fondos por 16 mil millones de euros antes de fines de mayo para refinanciar su deuda vencida. Inversionistas han castigado al país con altísimos costos de endeudamiento desde octubre, cuando Grecia reveló que su déficit había alcanzado 12.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) en 2009.
Bajo el acuerdo de la Unión Europea (UE) Atenas recibiría préstamos bilaterales de otros miembros de la zona euro y efectivo del FMI en el caso de que no pueda obtener financiamiento en el mercado. La UE señaló que aportaría dos tercios de la ayuda, mientras que el FMI completaría el tercio restante.
El dilema para el FMI es que Grecia está dentro de la jurisdicción de las normas de la Unión Europea y es miembro de la zona euro, donde la política monetaria la define el Banco Central Europeo, lo cual dificulta que el FMI imponga sus condiciones a la ayuda.
La cuota de préstamo de Grecia en el FMI equivale a mil 250 millones de dólares, aunque según las normas adoptadas por el Fondo tras la crisis financiera, Atenas podría conseguir hasta 10 a 12 veces esa cifra. Analistas han señalado que ses país podría conseguir de 20 mil a 22 mil millones de dólares del FMI, por lo que sería el primer miembro de la zona euro en acudir a la entidad.
Portugal busca desmarcarse de ser la próxima Grecia
Portugal por su parte busca evitar cualquier comparación con su socio de la Eurozona. Con un déficit de 9.3 por ciento de su PIB en 2009 y una deuda pública aún relativamente baja de 76.6 por ciento, aunque en ascenso (84.6 por ciento previsto en 2010), se encuentra cada vez bajo mayor presión.
Según los analistas, además de Portugal, España e Irlanda también podrían verse obligados a seguir los pasos de Grecia y recurrir a ese tipo de ayuda.
No, no hay razones
para comparar a Grecia y Portugal, dijo el primer ministro luso, José Sócrates, en Bruselas, visiblemente preocupado por la imagen proyectada por su país y las inquietudes que despierta en los mercados.
El pasado viernes Standard & Poor’s ratificó su calificación de la deuda soberana de Portugal en A+
, gracias al plan del gobierno para reducir su déficit fiscal a 2.8 por ciento del PIB aprobado por el Parlamento.
S&P, cuya calificación sobre Portugal es la más baja de las tres principales agencias del mundo tras recortarla en diciembre, sostuvo que el panorama de las notas permanece negativo
.