Domingo 28 de marzo de 2010, p. 7
Londres, 27 de marzo. La admiración de sus fans no tiene límites. Pocos músicos de rock son tan venerados como Eric Clapton.
Es difícil de imaginar la cantidad de buenos deseos que le llegarán cuando cumpla 65 años este martes 30 de marzo.
Leyenda viviente, dios de la guitarra: los calificativos de Eric Clapton suelen ser grandilocuentes. Sobre todo cuando se refieren a su destreza con la guitarra, aunque en años recientes también a su voz.
Él se sorprende con la veneración que genera, según confesó alguna vez en una entrevista con el diario alemán Die Welt: En este ámbito las cosas a veces van asquerosamente rápido. Sobre todo cuando le atribuyen a uno grandes cualidades técnicas
. Según reconoció, trabajó duramente en su voz. Como guitarrista sigo siendo tan increíblemente perezoso como hace 30 años
.
Sin embargo, no revela cómo se combinan esa pereza con su lista de éxitos. Desde el primer hito en su carrera, en los años 60, tuvo algunos recaídas, pero en general por problemas en su vida privada más que musicales.
Todo comenzó en 1963 con los Yardbirds, que inauguraron junto a otros contemporáneos la era del pop. De repente aparecieron los solistas y los grupos de éxito retrocedieron. Luego vino la breve pero muy exitosa etapa con el trío Cream. Por primera vez, hubo personas que alzaron en Londres pancartas en las que se leía Clapton is God
.
Cream fijó nuevos estándares para la improvisación. Una y otra vez, durante años, estuvo en el candelero para luego volver a desaparecer. Compuso hits como Layla, Wonderful Tonight y Let It Rain. Hizo más country-rock. Sin embargo, se hundió en el alcohol y la depresión.
A principios de los años 90 del siglo pasado, llegó al mercado su legendario álbum Unplugged y en todo el mundo, miles de fans se enredaron los dedos tratando de imitar los acordes de Tears in Heaven.
A pesar de sus éxitos sobre los escenarios, Clapton está convencido: La suerte es algo valioso. La tuve poco
. Quien conoce su vida más allá de los escenarios no se sorprende con estas palabras. Su madre tenía 16 años cuando lo tuvo. Fue criado por sus abuelos en el condado inglés de Surrey.
Hasta los nueve años creyó que su madre era su hermana y sus abuelos sus progenitores. Su padre fue un músico y soldado canadiense que quizá nunca supo acerca de su hijo. Clapton contó alguna vez que toda su familia –incluso él mismo, a los 16– tenía problemas serios con el alcohol.
Más tarde fue adicto a la heroína durante muchos años. Los golpes duros del destino, como la muerte de buenos amigos o la pérdida de su hijo pequeño en 1991, fueron frecuentes. Con las mujeres tampoco le fue muy bien.
Clapton afirma que la música le ayuda a salir del pantano. Hoy en día parece feliz. Está casado, tiene cuatro hijos y apoya, entre otras causas, una clínica para tratar adiciones en el Caribe. Al parecer no quiere –como en su famosa canción Tears in Heaven– esperar al cielo para dejar de llorar.