Posible crisis política si la Corte Suprema solicita a independientes integrar el gabinete
gobierno fuerteen Irak
Domingo 28 de marzo de 2010, p. 23
Bagdad, 27 de marzo. El ganador de las elecciones legislativas de Irak, el ex primer ministro laico Iyad Allawi, llamó a todas las fuerzas políticas del país árabe a iniciar conversaciones para formar cuanto antes un gobierno fuerte
que le dé seguridad a los iraquíes y a las naciones vecinas.
De acuerdo con los resultados preliminares dados a conocer ayer, el bloque secular Iraquiya, dirigido por Allawi, ganó los comicios del pasado 7 de marzo al obtener 91 escaños contra los 89 de la coalición Estado de la Ley, del saliente primer ministro Nuri Maliki, quien no reconoció la derrota.
Al no obtener la mayoría necesaria para conformar el nuevo gobierno, Iraquiya tendrá que negociar con los integrantes de otros partidos para decidir quiénes integrarán el gabinete, lo cual podría llevarse semanas e incluso meses.
El diálogo se desarrolla con las diferentes fuerzas políticas sin excepción. Pensamos que debe haber un gobierno fuerte, capaz de tomar decisiones que sirvan al pueblo iraquí y permitan a Irak alcanzar la paz y la estabilidad
, afirmó Allawi en rueda de prensa.
Los acercamientos incluyen a la formación de Maliki, su principal oponente, pero hasta ahora no ha habido acuerdos reales que permitan destrabar la crisis política.
En este escenario, de por sí difícil, la situación podría complicarse si la Corte Suprema determine que al no conseguir Allawi formar una coalición en 30 días, la responsabilidad de integrar el gobierno recaería en un grupo de listas independientes que, juntas, casi alcanzan una mayoría de al menos 163 escaños (de un total de 325 en el Consejo de Representantes).
Allawi niega esa posibilidad y ha insistido en que el partido que obtuvo más votos debe ser el responsable de formar el gabinete.
Diversos analistas consideran que el riesgo de una crisis política es muy alto. En 2005, por ejemplo, hubo estallidos de violencia en todo el país después de que pasaran más de cinco meses sin que pudiera nombrarse un nuevo gobierno tras las elecciones parlamentarias de ese año.
Si a final de cuentas Allawi fuera marginado por los partidos políticos chiítas –con fuerte influencia del vecino Irán–, se teme que entonces los sunitas puedan estar resentidos y eso genere una nueva ola de inestabilidad.
Mientras tanto, en otra muestra de la fragilidad de los servicios de seguridad iraquíes, dos bombas estallaron en Khalis, en la provincia norteña de Diyala, con saldo de al menos 59 muertos y 73 heridos, tan sólo unas horas antes de que se divulgaran los resultados de los comicios legislativos.