“Las playas artificiales se construyen pensando en la mayor parte de la población que no puede salir o no tiene recursos para irse a algún estado de la República”, señaló el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, al inaugurar las albercas del Centro Deportivo Villa Olímpica, delegación Tlalpan.

Al hacer un recorrido por las instalaciones, el mandatario capitalino fue bañado por unos pequeños que desde el interior de la piscina le pedían meterse a la alberca.

Ebrard Casaubon explicó que además, las familias que acudan a las playas artificiales podrán realizarse algunos estudios físicos. Queremos trabajar mastografías, vacunas, entrenarnos en contra de la obesidad, porque luego no nos movemos mucho, señaló.

Informó que además de las playas artificiales el Gobierno del Distrito Federal revisa que los deportivos, zoológico y demás centros de reuniones masivas se encuentren en condiciones óptimas para que los capitalinos y los visitantes puedan disfrutar de la ciudad de México a lo largo de esta semana.

Recordó que son nueve playas artificiales las que comenzaron a funcionar desde ayer, y estarán abiertas hasta el 11 de abril.

El secretario de Salud, Armando Ahued, aclaró que el agua que se utiliza en las albercas no se cambiará. Es tratada y perfectamente se puede seguir utilizando todos los días, así que nunca se tira, porque hay una crítica de que ésta se desperdicia, dijo.

Agregó que la Secretaría de Salud realiza tres mediciones al día, por medio del equipo epidemiológico, con lo que se busca garantizar que el agua esté libre de cualquier contaminante o haya formación de coliformes o bacterias.

El secretario de Salud, Armando Ahued, y el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard (quien fue empapado por unos niños), inauguraron la temporada de playas artificiales, ayer en el Centro Deportivo Villa OlímpicaFoto Cristina Rodriguez

Decenas de personas disfrutaron la arena y las alebrcas de una playa acondicionada en la delegación TlalpanFoto Cristina Rodriguez

El Gobierno del Distrito Federal estima que acudirá a las playas artificiales más de medio millón de personas

Acapulco en San Juan de Aragón

En la playa de San Juan de Aragón cientos de familias capitalinas y del estado de México armaron su Acapulco defeño. Desde las 7:30 horas llegaron al balneario popular provenientes de las colonias Morelos, Ciudad Lago, Estrella y Malinche, prevenidos para la hora de la comida con tortas de huevo, jamón, salchicha o chorizo; atún y galletas, o pollos rostizado.

Las exhaustivas revisiones de sus bolsas o mochilas les impidió introducir las cervezas o el ron diluido en refresco, los bronceadores, las pelotas y hasta las cucharas para servir el arroz o las papas con jamón que acompañarían el plato principal, así como los braceros y los hielos para enfriar “las chelas”, con el propósito de evitar la contaminación del agua de las albercas.

El retraso de una hora en la apertura de la playa generó molestias entre los primeros turistas que llegaron. Nos venimos desde las 6 de la madrugada sin desayunar y sin bañarnos. Son las 11 y todavía no entramos, se quejaron.

Sin embargo, su molestia se desvaneció cuando se abrieron las puertas y corrieron a apartar los camastros y las mesas con sombrilla más cercanas a las albercas.

Unos minutos después estaban listos para darse un chapuzón, tomar el sol o participar en los concursos de baile. El chiste es gozar y lo lograron. Las familias de Silvia González y Erika Mosqueda, de la colonia Morelos, olvidaron los problemas económicos, las labores domésticas que quedaron pendientes para disfrutar en compañía de sus hijos y hermanos.