Durango, Dgo., 30 de marzo. Las procuradurías General de Justicia del Estado (PGJE) y General de la República (PGR), con sede en Durango, dieron a conocer otra versión sobre la masacre ocurrida el pasado domingo, en la cual murieron 10 jóvenes y adolescentes en la comunidad Los Naranjos.

Confirmaron que hubo dos sobrevivientes: dos bebés, de ocho y nueve meses de edad.

El titular de la PGJE, Daniel García Leal, aclaró que a partir de este martes la única voz autorizada para hablar sobre los crímenes de Pueblo Nuevo será la suya, con la finalidad de aclarar las versiones que circulan.

Mencionó que entre los ejecutados no había ningún niño de ocho años, como se reportó en días pasados. Explicó que la más pequeña de los occisos tenía 11 años y se llamaba Erika Ortega Rueda; una de las mujeres acribilladas estaba embarazada.

Al preguntarle si se trató de una venganza, García Leal dijo que aún no se sabe, pero pudiera ser una emboscada o un enfrentamiento, porque se hallaron casquillos percutidos en la camioneta donde viajaban los jóvenes.

Puede tratarse de rencillas o de un asalto, no lo sabemos, lo estamos investigando, señaló.

En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) envió personal del área de atención a víctimas de delito para que brinde asistencia integral a los familiares de los 10 niños y jóvenes asesinados por un comando armado el 28 de marzo.

Carlos García Carranza, presidente de la CEDH, explicó que se instruyó a un grupo de visitadores para que acudan al poblado El Aval, de donde eran originarios los jóvenes masacrados.

La instrucción es buscar a los familiares y brindar atención sicológica y todos los servicios que ofrece la comisión, refirió.

Ramiro Ortiz, subprocurador de Justicia del Estado, explicó que las investigaciones siguen lentas porque los familiares de los niños y jóvenes asesinados se niegan a hablar con las autoridades.

Temor de pobladores

Vivimos con miedo, dijo una habitante de Los Naranjos, municipio de Pueblo Nuevo, donde fueron acribillados los jóvenes y adolescentes. La señora, quien pidió el anonimato, no está en su comunidad, sino en El Salto, cabecera municipal de Pueblo Nuevo, donde fue a realizar compras desde el pasado fin de semana.

No puede regresar, tiene miedo a los retenes y el camión de pasajeros que sale de El Salto cada tercer día hacia varias comunidades tampoco da servicio desde el domingo. Todos tenemos miedo, refirió.

Los retenes que se instalan en caminos vecinales, explicó, son de personas que en ocasiones dicen ser del gobierno, pero sabemos que no; es gente mala. La mayoría de ocasiones sólo revisan a las personas que pasan por el lugar, pero otras veces las golpean y les quitan lo que llevan.

“No hay nadie que salga para allá, ni el camión ni ninguna camioneta; nadie va para allá y, pos’ aquí estamos nosotros; no podemos regresar, sólo venimos a ver cuándo se reinicia la ruta”, señaló la mujer.

Hallan ejecutado en la capital

Este martes fue encontrado el cadáver de un desconocido, encobijado y con disparos en la cabeza, en una camioneta Cheroke, en la colonia Valle Verde, de la ciudad de Durango.