Ante el creciente índice de inseguridad que se vive en las ciudades fronterizas del norte, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha reforzado las medidas de vigilancia en las estaciones migratorias que tiene en la zona, informó ayer la comisionada del organismo, Cecilia Romero.

Entre las instalaciones que han reforzado su vigilancia están dos en Baja California, tres en Chihuahua, dos en Coahuila, cuatro en Tamaulipas y una en Sonora.

En conferencia de prensa, la funcionaria justificó la decisión argumentando que la población migrante es sumamente vulnerable, por lo que es urgente apuntalar las medidas de seguridad para que no sean objeto de agresiones por parte de la delincuencia organizada.

Romero dijo que estas acciones se vinculan a otras tendientes a otorgar apoyos en aquellos casos en que quieran presentar denuncias cuando hayan sido liberados de un secuestro.

Explicó que durante el proceso de denuncia penal, en caso de ser extranjeros, el INM otorga una visa humanitaria para garantizar su presencia legal en México, aunque quienes decidan regresar a su país son remitidos al mismo.

Asimismo, señaló que en 2009 el INM repatrió 66 mil 175 migrantes indocumentados, lo cual representó un importante descenso con respecto a los poco más de 100 mil que fueron deportados durante 2008.

La comisionada dio a conocer también que se mantienen los controles de confianza entre el personal del organismo, como medida preventiva para evitar la corrupción, aunque informó que hasta ahora han sido cesados 200 funcionarios por incurrir en este tipo de conductas.

Por otro lado, la funcionaria informó –durante la presentación del libro Aspectos básicos de gestión migratoria– que tras los sismos ocurridos en Haití, en enero pasado, el gobierno mexicano ha otorgado 423 visas humanitarias y se espera que la próxima semana se entregarán 300 visas más con este mismo carácter.