Mérida, Yuc., 1º de abril. ¿Maldición de los dioses mayas, enojados por la profanación de su sagrado recinto?

No se sabe. Lo cierto es que la madrugada de este jueves, el escenario donde el cantante inglés Elton John celebrará el sábado el Concierto de la noche del Sol, en la zona arqueológica de Chichén Itzá, se derrumbó y dejó un saldo de tres trabajadores lesionados, uno de gravedad.

Según las primeras investigaciones, la gigantesca carpa de metal, instalada a escasos metros del Castillo del Dios Kukulcán, no resistió el peso del equipo multimedia y se desplomó de manera estrepitosa. De acuerdo con la versión de custodios del sitio prehispánico, las estructuras no soportaron la vibración del equipo de sonido, lo cual provocó el derrumbe.

Sí habrá concierto

No obstante, el director del Patronato de Servicios Culturales y Turismo (Cultur), dependiente del gobierno estatal, Jorge Esma Bazán, salió al paso de los rumores de que Elton John habría decidido no presentarse. El acto sigue en pie; habrá concierto.

Asimismo, el productor del magno concierto, Darío de León, confirmó que la actuación del cantante pop inglés no está en riesgo. Todo sigue su curso normal; los apoderados del artista ya tienen conocimiento de lo sucedido, pero se trabajará a marchas forzadas para restaurar el escenario, dijo el empresario capitalino.

En lo referente a Alberto Montes, José Trangol y Milton Zúñiga, los trabajadores lesionados, Esma Bazán señaló que están contratados por la empresa regiomontana Genera Música Producciones, y que el tercero sigue en el hospital con una pierna fracturada, pero fuera de peligro.

Darío de León informó que alrededor de 500 trabajadores, incluso gente contratada de emergencia en las comunidades mayas aledañas a Chichén Itzá, laboran arduamente para levantar el escenario donde, si no existen más contratiempos, Elton John deberá comenzar su show el sábado en la noche.

Revisión para garantizar la seguridad

Por otra parte, el Instituto Nacional de Antropolgía e Historia (INAH) informó mediante un comunicado que someterá el escenario a un peritaje externo, con profesionales en estructuras, y que la información que arroje deberá ser aprobada por las autoridades en materia arqueológica para dar garantías de seguridad al público, a los músicos, al equipo técnico, al intérprete inglés y, desde luego, proteger la integridad de los edificios prehispánicos.