Construyen sin permiso puestos con láminas metálicas: locatarios
Acusan al titular de la delegación de solapar abusos
Sábado 3 de abril de 2010, p. 24
Paulatinamente los estacionamientos norte y sur de la nave mayor del mercado de La Merced fueron ocupados por vendedores ambulantes, los cuales levantaron enormes estructuras y actualmente parece que forman parte del mercado.
Desde la administración de Ruth Zavaleta al frente de la delegación Venustiano Carranza empezó el crecimiento de las organizaciones del comercio informal y ahora avanzan por los andenes de carga y descarga de cerrada del Rosario, donde comenzó la construcción de nuevos locales comerciales en plena vía pública.
Locatarios del mercado denunciaron la ocupación que a todas luces es ilegal, pero que cuenta con el respaldo del actual gobierno delegacional, encabezado por Alejandro Piña, porque La Merced es el único mercado público comandado por una unidad territorial y el comercio informal es el ingreso seguro y sin regulación de los funcionarios delegacionales
.
Al menos se tienen identificadas seis organizaciones de ambulantes que durante las administraciones de Ruth Zavaleta, Julio César Moreno y ahora Alejandro Piña, han resultado favorecidas, a tal grado que los líderes administran espacios en la nave mayor. Les dieron la concesión de los baños
.
La presencia de las lideresas Consuelo, Socorro y Guadalupe Duarte es evidente, aseguran los locatarios, porque además de los baños, donde cobran tres pesos con 50 centavos por entrar, les dieron las guarderías, que utilizan como bodegas. Sacaron a los niños de los Cendis por riesgo, pero nadie dijo cuánto recibió la delegación por el espacio
, cuestionaron.
Ante la ofensiva que ha significado la presencia de los vendedores informales, mujeres dedicadas al comercio en la nave mayor se organizaron para constituir la Coordinadora Nacional Democrática de Mujeres del Mercado de La Merced, por medio de la cual intentan defender el principal centro de abasto de la clase trabajadora, donde laboran nueve mil comerciantes.
Sin embargo, como la gente encuentra en la calle lo que busca, comentaron, son pocos los clientes que entran al mercado. El ambulantaje nos ha encerrado y ha traído como consecuencia bajas ventas y hasta cierre de locales
, afirman. Han solicitado audiencia con Alejandro Piña, la más reciente el pasado 12 de marzo y a la fecha no han recibido respuesta de la autoridad.
La coordinadora estima que en promedio hay 3 mil vendedores en las inmediaciones de la nave mayor, y pese a las regularizaciones de los ambulantes, éstos se niegan a dejar la calle. Los mercados Plaza 2000, Celia Torres y San Ciprián, que se adecuaron para reubicarlos, están vacíos. Los locales son ocupados como bodegas, mientras continúa en la vía pública la oferta de frutas, legumbres y varios productos más.