De los 1.8 millones de alumnos que cursan tercer año de secundaria en México, 18 por ciento –348 mil adolescentes– poseen un bajo nivel de motivación, pues consideran que los conocimientos aprendidos en el aula no tienen utilidad en su vida diaria; muestran interés escaso por buscar información adicional y fortalecer su comprensión; no realizan actividades académicas sin valor curricular, y no atienden a la clase.

En el informe El aprendizaje en tercero de secundaria en México, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) advierte que este fenómeno impacta negativamente el aprendizaje, pues los estudiantes que no se sienten alentados a realizar labores en el aula se ubican en un nivel de logro académico inferior al básico.

Un análisis de los resultados de los Exámenes de la Calidad y el Logro Educativo (Excale) señala que tanto el capital cultural escolar de los alumnos –que incluye formación escolar y tipo de actividad laboral de sus padres– y los factores de estímulo educativo tienen un impacto considerable para alcanzar un mayor desarrollo.

El documento advierte que por lo menos 18 por ciento de la población evaluada tiene un bajo nivel de motivación escolar, 44 por ciento –791 mil adolescentes– se ubica en un nivel medio y sólo 38 por ciento –683 mil– consideran que se incentivan en sus actividades escolares.

En un balance de los resultados por subsistemas, los alumnos de secundarias particulares poseen el mayor número de adolescentes con baja estimulación en labores académicas, con 22 por ciento de su matrícula.

En niveles medio y alto, los estudiantes se ubican 47 y 30 por ciento, respectivamente.