Cinco días antes de que arribe a la ciudad de México la marcha campesina del sureste para recordar el asesinato de Emiliano Zapata Salazar –cometido el 10 de abril de 1919–, integrantes del Consejo Nacional de Organizaciones Rurales y Pesqueras (Conorp) denunciaron que desde su llegada a Veracruz son objeto de acoso policiaco.

En un comunicado, el Conorp aseveró que el grupo es vigilado por integrantes de la Folicía Federal que viajan en 25 patrullas, elementos de seguridad pública de Veracruz que se trasladan en 10 camionetas, además de efectivos de tránsito y agentes vestidos de civil.

El despliegue fue calificado por la organización de hostigamiento y política de persecución de los distintos niveles de gobierno contra un movimiento pacífico.

A la caravana campesina se sumó el Movimiento Social Independiente de Veracruz, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional.

Integrantes del grupo denunciaron que en Chiapas e Hidalgo están presos 32 compañeros acusados de diversos delitos, debido a su lucha por la tierra y por mejorar las condiciones de vida de campesinos e indígenas.

La sociedad mexicana tiene el derecho a ubicar en su justa dimensión la descomposición social existente en el país, expuso el movimiento.

José Jacobo Femat, dirigente de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares, afirmó que la movilización es para exigir respeto a los derechos humanos de indígenas y campesinos, así como la libertad de los presos políticos y la atención inmediata a los rezagos agrarios.

En la ciudad de México los inconformes realizarán plantones en la Secretaría de Gobernación y en la sede de la Organización de Naciones Unidas para exigir que sus demandas sean atendidas.