La Secretaría de Gobernación (SG) emitió anoche una declaratoria de desastre natural para los municipios de Mexicali y Tecate, Baja California, afectados por el sismo de 7.2 grados Ritcher del domingo pasado.

La declaratoria fue emitida tras la instalación del Comité de Evaluación de daños de Fondo de Desastres Naturales (Fonden), integrado por funcionarios federales y estatales.

Previamente, el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, solicitó a la SG la liberación inmediata de recursos federales para restablecer las comunicaciones y quitar escombros.

El gobierno estatal reconoció que hay cinco mil 208 viviendas afectadas y daños estructurales en el auditorio del astado y el estadio de beisbol El Nido de las Águilas, en la Ciudad Deportiva. El Sistema Educativo Estatal informó que en Mexicali hay 29 planteles con estragos.

Por su parte, la coordinadora nacional de Protección Civil de la SG, Laura Gurza, informó que será necesario reubicar a un número aún no determinado de familias en terrenos firmes debido a la licuación de suelos, fenómeno que se produce en terrenos arenosos que pierden resistencia y se comportan como líquidos o semilíquidos debido a una mayor presencia de agua.

A su vez, la dirección de Protección civil de Mexicali reportó más de 35 mil damnificados, la mayoría habitantes de unos 30 ejidos afectados por el desbordamiento del canal Delta, donde hay daños en casas, carreteras vecinales y parcelas.

Las actividades en la zona sur del valle de Mexicali se encuentran paralizadas porque desde el domingo por la tarde han ocurrido cerca de 600 réplicas, de dos a cinco grados Richter.

Según el Centro de Investigación Científica y de Estudios Superiores de Ensenada (Cicese), estos movimientos continuos expulsaron del subsuelo corrientes de agua que inundaron algunas áreas de cultivo, vialidades y domicilios.

La funcionaria federal señaló que en el valle de Mexicali la prioridad es reparar los sistemas de riego del distrito 14, la zona más perjudicada por el sismo.

Los tres niveles de gobierno, por conducto de la Misión de Enlace y Coordinación, confirmaron el fallecimiento de dos personas y la existencia de 230 lesionados. Sin embargo, la segunda Región Militar emitió un informe que señala que se trata de cuatro decesos, sin dar más detalles.

Unos 4 mil damnificados permanecen en los albergues instalados en cuatro puntos de Mexicali, aunque la mayoría (3 mil 500 niños, hombres y mujeres) está en el refugio temporal que opera en la Unidad Deportiva del poblado Guadalupe Victoria, 43 kilómetros al oriente de esta frontera.

En las carreteras a San Luis Río Colorado, Sonora, y al puerto de San Felipe, Baja California, se detectaron desplazamientos y hundimientos de asfalto. En la carretera a Tijuana, cerca de El Centinela, hay 11 fisuras, mientras en el tramo de La Rumorosa se desprendió una roca que obstruye la circulación.

En el bosque de la ciudad y los campus de la Universidad Autónoma de Baja California y de la Universidad del Valle de México hay daños de consideración, así como en el canal del río Nuevo, donde hubo hundimientos y desplazamientos de concreto.

Mientras, el Senado de la República aprobó ayer un exhorto urgente al Ejecutivo federal para que se destinen los recursos necesarios para reparar los daños a la infraestructura del estado.

De igual forma, se pidió al Ejecutivo federal y al gobernador de Baja California que junto con instituciones científicas elabore un mapa de riesgos geológicos de la península de Baja California, así como un programa de protección civil.

Antonio Heras y Olga Aragón, corresponsales; Fabiola Martínez, Víctor Ballinas y Andrea Becerril, reporteros