Al remarcar que en México hay una inequitativa concentración del ingreso, abusos, privilegios y olvidos, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, advirtió que para cambiar esto se requiere de un movimiento, de alianzas y de una izquierda poderosa. Creo que si Zapata viviera estaría de acuerdo con lo que estoy diciendo, afirmó.

En el contexto de la ceremonia luctuosa del 91 aniversario del fallecimiento de Emiliano Zapata, realizada ayer en el monumento erigido en memoria del Caudillo del Sur, en la Alameda del Sur, delegación Coyoacán, Ebrard Casaubon urgió a no ser conformistas ni pensar que esto es inevitable.

Señaló que la pobreza rural que existe en México es impresionante, nos debe indignar y comprometer como país a que esto no siga sucediendo, porque se puede cambiar. Nada de eso es inevitable.

El Ejecutivo local comentó que si así hubieran pensado Emiliano Zapata y Miguel Hidalgo no habría habido Revolución y quién sabe cuando nos habríamos independizado. Zapata nunca se vendió, nunca se rindió y nunca fue desleal ni doble respecto a quienes confiaron en él, por eso hasta hoy se dice que por ahí sigue cabalgando, agregó.

Ebrard Casaubon equiparó la situación de los indígenas ahora con la que tenían cuando el Caudillo del Sur tomó las armas. Tristemente están en una situación similar, ya que no tienen acceso a salud, no tienen acceso, en su mayoría, a educación, son objeto de todo tipo de abusos, se ha avanzado poco, incluso se ha retrocedido, en muchas zonas de la República.

Afirmó que con más inversión se puede cambiar la pobreza del campo mexicano, para ello se requiere de una política pública muy vigorosa y ser un gran objetivo nacional que involucre a todos los sectores. Si las comunidades indígenas están mal, segregadas y excluidas y el campo abandonado, México no va a estar mejor, al contrario vamos a ir de mal en peor.

Acompañado de los jefes delegacionales de Coyoacán, Raúl Flores, y de Tláhuac, Rubén Escamilla; de la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del DF, Alejandra Barrales; de los secretarios de Gobierno, José Ángel Ávila, y de Cultura, Elena Cepeda, y de Carmen Hernández Zapata, familiar del Caudillo del Sur, el mandatario capitalino señaló que para cambiar el régimen que existía se tuvo que organizar una resistencia armada para impulsar el cambio en el orden económico y social.

Recordamos el día de hoy a un movimiento que encabezó Zapata, movimiento armado, porque en su tiempo el orden económico y social de este país era prácticamente esclavista. Es decir, no más de 10 mil individuos tenían el dominio de todas las tierras prácticamente de este país.

EL jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, durante la conmemoración del 91 aniversario luctuoso de Emiliano ZapataFoto María Luisa Severiano

Festejos federales del centenario y bicentenario, sonsos, mensos y reaccionarios: Taibo II

Ángel Bolaños Sánchez y Josefina Quintero Morales

Contra el pesimismo de quienes dicen que no hay nada que celebrar en el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, el escritor Paco Ignacio Taibo II propuso que cada quien tome la parte de la historia con la que más se identifique y haga con ella un debate abierto: traer al presente el pasado, porque para saber a dónde vamos tenemos que saber de dónde venimos, pero además, quién nos acompaña.

Ante vecinos de San Pablo Oztotepec, en la delegación Milpa Alta, quienes expresaron no tener motivos de celebración, el autor de Pancho Villa: una biografía narrativa, aseveró que la propuesta del gobierno federal para ambos aniversarios es la más mensa, más sonsa, más desgalichada y más reaccionaria desde que Porfirio Díaz celebró el centenario de la Independencia.

Una conmemoración para la desmemoria, agregó Taibo II, basada en un gran acto en el Zócalo, “hecho por un gringo que sabe mucho de fuegos artificiales, pero en su vida ha oído hablar del general Zapata”.

Dijo que es momento de que mexicanos y mexicanas tomen en sus manos la conmemoración, y si bien es cierto que en la Independencia y la Revolución hay muchas derrotas, hay también muchas victorias, como la entrada de los ejércitos villista y zapatista a la ciudad de México.

En el lugar donde Zapata instaló en 1914 su campamento revolucionario y se firmó el acta de ratificación del Plan de Ayala –habilitado como museo dedicado al caudillo–, el historiador Armando Bartra propuso a su vez apoyar el optimismo con los movimientos actuales, como la lucha de los trabajadores contra la extinción de Luz y Fuerza del Centro, y el que encabeza Andrés Manuel López Obrador, a quien hace tres años le robaron la Presidencia y sigue luchando.

La delegación Iztapalapa recordó el paso del Caudillo del Sur por los pueblos de Santa María Aztahuacán y Culhuacán con una cabalgata encabezada por la titular de la demarcación, Clara Brugada Molina, quien equiparó el ideal de tierra y libertad con el de los iztapalapenses que luchan por un trato justo en la distribución de agua en cantidad y calidad.