La demolición, presenciada por miles de seguidores de los Vaqueros
Lunes 12 de abril de 2010, p. 8
Dallas, 11 de abril. El Texas Stadium, la arena deportiva que durante más de 38 años albergó a los Vaqueros de Dallas y sirvió de escenario a múltiples actos, fue demolido este domingo por implosión, con más de una tonelada de dinamita, para construir en su lugar un desarrollo de negocios.
Casey Rogers, un niño de 11 años, ganador del concurso nacional de ensayo patrocinado por la compañía de alimentos Kraft, tuvo el honor de apretar el botón que desencadenó la explosión de mil 231 kilogramos de dinamita, que derrumbó el estadio en menos de un minuto.
La demolición, en punto de las 7 horas de este domingo, fue atestiguada por miles de seguidores de los Vaqueros desde uno de los estacionamientos del estadio y calles adyacentes al mismo.
Los aficionados comenzaron a llegar al sitio desde la noche del sábado, para presenciar lo que para ellos significó el fin de una época.
Uno siente un pequeño nudo en la garganta
, dijo Jerry Jones, quien compró el equipo y el contrato de arrendamiento del estadio por 160 millones de dólares, en 1989.
La detonación fue transmitida en vivo por los canales locales de televisión, así como a todo el mundo por Internet.
Se reportó que la demolición, planeada y ejecutada por el gobierno de la ciudad de Irving, propietaria de la estructura, costó 6 millones de dólares.
Para prepararla, el estadio fue desalojado de casi todo lo que adornaba su interior. Las butacas y miles de otros objetos fueron vendidos en subasta hace unos meses.
La otrora casa de los Vaqueros costó 30 millones de dólares y fue inaugurada el 24 de octubre de 1971, con capacidad para 65 mil 675 aficionados. Ahí, Dallas disputó 312 juegos de pre temporada y temporada regular entre 1971 y 2008, de los cuales ganaron 213 y perdieron 99.
Para los aficionados, el estadio será recordado siempre por las hazañas que jugadores como Roger Staubach, Troy Aikman, Emmitt Smith y Michael Irvin.