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Recorrido del aeropuerto al palacio presidencial entre rezos, llanto, flores y cantos

Llegan a Polonia los restos del presidente polaco Kaczynski

Marta, hija del mandatario, y Jaroslaw, gemelo del gobernante derechista, reciben el cuerpo

La tragedia puede reforzar la huella de la rusofobia en las conciencias polacas: historiador

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Más de 10 kilómetros por calles de Varsovia recorrió ayer la carroza fúnebre con los restos del gobernante Lech KaczynskiFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de abril de 2010, p. 20

Varsovia, 11 de abril. Los restos del presidente polaco Lech Kaczynski fueron repatriados hoy de Rusia a Polonia, un día después del accidente aéreo que le segó la vida y dejó a los polacos sin cúpula política y militar.

Con la Marcha Fúnebre de Frederic Chopin de fondo, una carroza recorrió 12 kilómetros desde el aeropuerto militar de Varsovia hasta el palacio presidencial, abriéndose paso entre una multitud que aplaudió, rezó, lloró, arrojó flores, tañó campanas y entonó cantos patrióticos al paso del vehículo y el féretro cubierto con la bandera blanca y roja de Polonia.

Poco antes de la repatriación del cadáver, justo al mediodía, las sirenas de emergencia que en tiempos de guerra eran utilizadas para anunciar bombardeos aéreos extranjeros o toques de queda sonaron durante dos minutos en señal de duelo nacional, mientras en todo el país la gente detuvo sus pasos en las calles para guardar silencio en memoria del político derechista, muerto el sábado por la mañana cuando el avión oficial en el que viajaba se estrelló a 500 metros del aeropuerto de Smolensk, Rusia, donde Kaczynski rendiría honores a 20 mil polacos asesinados en el bosque de Katyn, en 1940.

Marta, la hija del mandatario conservador, y Jaroslaw, hermano gemelo de Lech y ex primer ministro también conocido por sus decisiones autoritarias, recibieron de rodillas el ataúd del gobernante, quien hizo su carrera política al lado del ex presidente Lech Walesa, cabeza de la oposición a los gobiernos socialistas, aliados de la entonces Unión Soviética.

Lejos de los homenajes espontáneos y oficiales –las banderas ondean a media asta y el gobierno interino decretó dos días de duelo nacional–, miembros de la fiscalía polaca, especialistas en aeronáutica, comenzaron a trabajar junto con peritos rusos en el análisis de las caja negras del Tupolev 154 para determinar legalmente las causas del accidente en el que murió un total de 97 personas, incluida la esposa del mandatario, María, y otros altos funcionarios y militares.

A petición del gobierno de Polonia, las piezas del avión siniestrado permanecerán en el lugar del percance hasta el miércoles, para que sus expertos hagan su propio peritaje.

Las dos cajas negras que contienen la grabación de las comunicaciones y los datos del vuelo fueron encontradas el sábado y comenzaron a ser analizadas en el laboratorio del Comité Intergubernamental de Aviación, con sede en Moscú.

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La hija del presidente polaco Lech Kaczynski, Marta, con su tío Jaroslaw, en el aeropuerto de Varsovia para recibir el cuerpo del mandatario muerto en un accidente aéreoFoto Ap

El sábado, funcionarios rusos dijeron que un ala de la aeronave presidencial chocó con las copas de árboles cercanos al aeropuerto y que el piloto desatendió repetidamente y sin explicación las recomendaciones de los controladores aéreos, en el sentido de que debía dirigir el Tupolev 154 a un aeropuerto alterno, porque la densa niebla representaba un peligro para el aterrizaje.

Los investigadores de la fiscalía rusa ratificaron hoy esta versión de los hechos y descartaron la posibilidad de que una falla técnica haya causado el impacto de la nave, pero las autoridades polacas mantienen silencio sobre este tema y todo lo relacionado con las causas del accidente.

Sólo el cuerpo del gobernante fue trasladado este domingo a Varsovia, después de que los restos fueron reconocidos por el hermano gemelo, quien se trasladó el sábado a Rusia para tal fin. Los demás cadáveres –algunos desmembrados– fueron llevados a Moscú para que familiares y forenses polacos y rusos procedan a la identificación.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, encabezó la ceremonia en honor a Kacsynski en el aeropuerto de Smolensk, donde los himnos de las dos naciones fueron ejecutados.

Entre el silencio de las autoridades polacas y rusas sobre las consecuencias políticas del accidente sobre las relaciones bilaterales, analistas rusos y polacos se han dado a la tarea de señalar su preocupación por un posible deterioro de los nexos, que últimamente trataron de recomponer los dos gobiernos, dando paso a la celebración de la ceremonia que llevó a Kaczynski a Smolensk.

Este accidente es siniestro desde un punto de vista simbólico y podría reforzar en Polonia la idea de que todo lo que se relaciona con Rusia es terrible, dijo Fiodor Lukianov, redactor jefe de la revista Russia un World Affairs.

La huella de la rusofobia en las conciencias polacas sólo puede reforzarse. Poco importa lo que digan los dirigentes. Lo que cuenta es la opinión del pueblo, dijo a su vez el historiador Arseni Roginski, en declaraciones a la emisora Radio Free Europe patrocinada por el gobierno estadunidense