La Procuraduría General de la República (PGR) atraerá este lunes o a más tardar mañana las investigaciones sobre el ataque con material explosivo arrojado la noche del pasado viernes al consulado estadunidense en Nuevo Laredo, revelaron fuentes gubernamentales cercanas a las pesquisas.

Desde la mañana del pasado sábado agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) resguardan las instalaciones consulares y se han encargado de coordinar los exámenes periciales en materia de criminalística de campo y de fotografía que realizan en el lugar de la explosión diversos peritos mexicanos y estadunidenses.

Una primera línea de investigación apunta a que los presuntos responsables puedan ser miembros del grupo criminal de Los Zetas, ya que el móvil de los hechos es similar al atentado ocurrido en el consulado de Estados Unidos en Monterrey, Nuevo León, realizado la madrugada del 12 de octubre de 2008.

En agosto de 2009 se detuvo en Quintana Roo a Juan Daniel Carranco, El Colosio, líder de Los Zetas, quien confesó haber arrojado una granada al consulado estadunidense en Monterrey. De hecho fue gracias a las cámaras de seguridad de ese consulado que los agentes de la FBI tuvieron registro de la media filiación de los responsables del ataque al recinto diplomático.

Esa información se compartió con la Secretaría de la Defensa Nacional, que tras varios meses de investigación dio con la identidad y el paradero de El Colosio. Tras ser detenido, este líder de Los Zetas que operaba en Quintana Roo confesó que él arrojó una granada de fragmentación a las instalaciones del consulado estadunidense (la madrugada del 12 de octubre) con la intención de causar pánico y terror, según consta en documentos de la PGR.

Con ese antecedente, ahora los investigadores del ataque con un explosivo –al parecer de fabricación casera, aunque aún no se ha descartado la posibilidad de que fuera una granada– al consulado estadunidense en Nuevo Laredo consideran que el grupo de Los Zetas puede ser el responsable del atentado.

Las fuentes consultadas por este diario no informaron si las cámaras de seguridad del consulado de Nuevo Laredo, al igual que ocurrió en el caso de la sede diplomática en Monterrey, captaron la imagen de alguno de los responsables que arrojaron el artefacto explosivo desde un vehículo.

Los investigadores mexicanos tampoco tienen ese dato que, por ahora, sólo es del conocimiento de los agentes de la FBI y de personal de seguridad del propio consulado.

Las fuentes consultadas informaron que anoche la PGR inició una averiguación previa por el uso de un artefacto explosivo, aunque será hoy o mañana cuando se atraiga la indagatoria de estos hechos, a partir de lo cual las autoridades estatales dejarán de tener competencia para participar en las pesquisas.

El pasado sábado, la PGR informó en un comunicado que con respecto a lo sucedido en el consulado de Estados Unidos en Nuevo Laredo, la dependencia inició una investigación mediante el acta circunstanciada (paso anterior a una averiguación previa) AC/PGR/TAMPS/NL-II/190/2010, (en la que) todo se hará en coordinación con autoridades federales, estatales y municipales, así como con personal de seguridad del consulado.

Ese día, un portavoz del consulado en Nuevo Laredo indicó que el artefacto explosivo fue detonado cerca de la caseta de vigilancia, ubicada en la calle Allende, provocando únicamente que una ventana se rompiera.