Daniel Montenegro, mediocampista del América, puso en claro que el futbol mexicano tiene mucho que mejorar, sobre todo porque hay varios conjuntos que hacen un gran esfuerzo toda la temporada y al final alguno con pocos méritos o puntos se mete en la liguilla, aunque en estos momentos ya no me extraña nada.

El jugador argentino expuso que en el torneo anterior hubo equipos que con 17 unidades podían entrar (a la liguilla) y otros con 30 no sabían si lo lograrían, por lo que aseguró: Para mí, deberían estar los mejores ocho y punto, además de insistir en que ese sistema sería más competitivo.

En el nido de las Águilas, Rolfi declaró que tras la victoria ante Jaguares ahora el conjunto ha recuperado confianza, solidez y mucha madurez, que es lo que necesitábamos para trabajar mejor rumbo a las siguientes jornadas, pero fundamentalmente el grupo ganó en contundencia, por lo que afirmó que todos los equipos que están en los primeros sitios tienen las mismas oportunidades de alcanzar las finales, incluido el América.

Destacó que de las cuatro finales en los últimos partidos del torneo ya ganaron una, pero pretenden vencer en las siguientes tres, aunque este miércoles enfrentarán a uno de los cuadros que puede convertirse en un serio escollo para sus propósitos, como lo es Pumas.

Para Rolfi, en estos partidos que tienen la característica de clásico ninguno llega como favorito, independientemente de cómo se ubique o los resultados inmediatos que haya obtenido, ya que se juegan de forma diferente, pero el cuadro de Coapa ya no puede dejar ir ninguna unidad si quiere meterse a la fiesta final, aunque sabe que los universitarios también llegarán con deseos y necesidad de triunfar.

Recordó que con la derrota sufrida ante el Guadalajara nos quedó clavada una espinita, porque creíamos que merecíamos más, pero esto no es de merecimientos (y ahora), el miércoles tenemos la oportunidad de ganar otro clásico y tratar de encaminarnos hacia lo que queremos, que es la clasificación.

Montenegro apuntó que en el América los jugadores de experiencia son los que dan la cara y se echan encima la responsabilidad de sacar adelante al equipo, ya que entiende que los jóvenes deben disfrutar cada encuentro, de allí que se niegue a poner un techo en su rendimiento y espera estar haciendo lo correcto, aunque será hasta la conclusión del certamen cuando pueda hacer el balance a partir de lo logrado.