La Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Unidad de Evaluación y Control (UEC) determinaron que la Cámara de Diputados enfrenta debilidades de control en el manejo de sus recursos y carece de mecanismos para transparentar el gasto.

En dos documentos que serán discutidos hoy en la Comisión de Vigilancia de la ASF se cuestiona que, por ejemplo, por la forma en que las bancadas distribuyeron las transferencias de la partida 3827 (Asignaciones a los grupos parlamentarios), fue imposible rastrearlas en la revisión de la Cuenta Pública 2008.

La ASF refirió que por ese concepto, sólo en 2008 se ejercieron mil 236 millones 968 mil 200 pesos, y lamentó que la anterior legislatura le haya negado el acceso a los documentos que comprobaran cómo se gastaron.

Sin embargo, de acuerdo con los lineamientos de la secretaría general, para comprobar el gasto de esa partida, que incluye dietas de diputados y subvenciones, sólo es necesaria la firma de recibido de los coordinadores parlamentarios.

La auditoría resaltó que persisten problemas en el control de los boletos de avión que se otorgan a los diputados que viven a más de 300 kilómetros de la ciudad de México.

Explicó que, como ha ocurrido en años anteriores, no existe garantía de que los cuatro cupones que se entregan a cada diputado, intercambiables por boletos de avión en las agencias instaladas en la Cámara, fueron utilizados por los legisladores.

Por su parte, la UEC reportó que en el periodo 2003-2008 el presupuesto ejercido por las dos cámaras del Congreso se incrementó a una tasa promedio anual de 4.1 por ciento en términos reales, con lo cual consolidó una tendencia de presupuesto creciente en beneficio de la labor legislativa.

En 2008, refirió, el presupuesto del Poder Legislativo ascendió a 9 mil 318 millones de pesos, 3.8 por ciento más de lo autorizado, y 13.3 por ciento mayor respecto del ejercicio 2007, que se explica principalmente por la autorización de erogaciones adicionales para la compra no prevista de equipo de cómputo y de comunicaciones para el Canal del Congreso; la renovación de vehículos de los grupos parlamentarios, comisiones y comités; aumento en las tarifas de los servicios telefónico y de arrendamiento, y en campañas de difusión.

Respecto del gasto de la Cámara de Diputados, la ASF señaló que al revisar la partida 3827, el órgano fiscalizador no recibió la documentación que sustenta la aplicación de los recursos ejercidos en ese rubro.

Resaltó que al cierre del ejercicio, la Cámara registró un saldo de 24 millones 498 mil pesos en esa partida, por concepto de intereses, que fueron transferidos para su uso en 2009, por acuerdo del Comité de Administración, cuando debieron ser reintegrados a la Tesorería de la Federación.

Entre las observaciones de la ASF al manejo de los recursos, destacó que si bien la Junta de Coordinación Política autorizó que en los viajes al extranjero los diputados pudieran utilizar el servicio de larga distancia en telefonía celular, siempre y cuando pagaran sus llamadas, la Cámara pagó facturas por 827 mil 700 pesos por conversaciones fuera de México y 149 mil por mensajes de texto enviados por legisladores desde otros países.