Sábado 17 de abril de 2010, p. a16
Siendo todavía un niño de seis o siete años empecé a tener la sensación de que yo no era como los demás.
Así inicia Eric Clapton: la autobiografía, novedad bibliográfica en México, distribuida por Editorial Océano y publicada por Global Rhythm Press en su magnífica y amplia serie dedicada a la música y sus músicos.
Este libro demuestra que las coincidencias no existen: apareció en México cuando Eric Clapton cumplió 65 años. Al mismo tiempo, en los estanteros de novedades discográficas esplendió la nueva grabación del maestro, en versión dvd: Live in Japan, del reciente recital que ofrendó allende el mundo. Más: junto a éste, otro dvd celebratorio: John Mayall: 70th birthday concert, que aunque fue celebrado en 2003, se redita en sonido dts 5.1 sorround y en bluerray, con la participación magistral de su alumno, Eric Clapton, en hermosa fiesta de cumpleaños.
Hace unos días, cuando el alumno llegó a 65 años, La Jornada reprodujo la ironía de Eric Clapton, cuando respondió a un reportero alemán así: como guitarrista sigo siendo tan increíblemente perezoso como hace 30 años
. La autoironía de Clapton apelaba a un ingenio-so juego de palabras (lazy/ slow) con su primer apodo: El Manolenta. Modestia de maestro.
La de Eric Clapton es una vida de novela. Sus ingredientes han alimentado por igual a la prensa del corazón que algunas de sus obras más queridas: Layla y Have you ever loved a woman refieren su pasión de amor por Pattie Boyd, la mujer de su mejor amigo, George Harrison: Have you ever loved a woman so much you tremble in pain?/ and all the time you know she bears another man’s name/ Have you ever love a woman so much is a shame and a sin?/ and all the time you know she belongs to your very best friend. Y en Layla: Layla, you’ve got me on my knees/... like a fool, I felt in love with you,/ Turned my whole world upside down.
A ese episodio, a todas sus novias y a todos los temas, intríngulis, altas y bajas como toda vida en este plano terrenal, acude Clapton sin ambages en este libro apasionante que decepcionará a los morbosos y encantará a todo aquel interesado en el misterioso mundo de las biografías de artistas y su correspondencia con sus obras.
Más que expiación, la escritura del Manolenta es un ejercicio de conciencia, un resumen que lo lleva a valorar su vida actual, la que ubica desde hace 10 años en un estado de felicidad inmensa, gracias por cierto entre otros valores a este valiente autoanálisis.
Cuando el dato biográfico conecta con la obra, el efecto se amplifica. De manera que si uno escucha el disco más reciente reconocido como tal en su discografía oficial, Clapton Complete (reseñado en su momento, por suspuesto en el Disquero), realizará una lectura en paralelo de tal autobiografía, de manera semejante a como disfrutará del devedé con uno de sus conciertos más recientes, realizado en Japón, en el formato que conocemos de Clapton en vivo: su vida es una novela y su música cuando suena es una autobiografía.
¡Feliz cumpleaños, Eric Clapton!