Las jubilaciones de los poco más de 20 mil trabajadores en retiro de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) sólo serán ajustadas con la inflación, con lo que han perdido los beneficios y prestaciones de que gozaban mediante la cláusula 64 de su contrato colectivo.

Para la autoridad laboral, este documento –con vigencia original al pasado 16 de marzo– caducó desde el 11 de octubre de 2009, día en que entró en vigor el decreto presidencial por el que desapareció LFC.

Seis meses después del cierre de la paraestatal, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) emitió un comunicado para informar, junto con el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), que las jubilaciones serán actualizadas retroactivamente al mes de febrero, con base en el Indice Nacional de Precios al Consumidor, que para este año será de 3.57 por ciento.

De esa manera, quedan sin efecto los beneficios de la cláusula 64 del contrato colectivo, la cual precisaba el porcentaje de la pensión de acuerdo con la antigüedad laboral; también incluía características de un fondo de reserva para jubilaciones y los incrementos adicionales, según lo obtenido por los trabajadores en activo.

La STPS dijo que cubrirá puntualmente las pensiones, pero en los términos del artículo 5 del decreto de extinción de LFC, el cual establece que el gobierno federal garantizará el pago de las jubilaciones.

De octubre a la fecha, el SAE ha pagado a los trabajadores en retiro, pero dejó en claro que el contrato colectivo firmado entre LFC y el Sindicato Mexicano de Electricistas ya no es aplicable.

La STPS precisó que el incremento de 3.57 por ciento representa un impacto presupuestal del orden de 450 millones de pesos adicionales a los montos actuales destinados al pago de jubilaciones.