La edición número 11 del festival de cultura musical Vive Latino inició con una impresionante muestra de fervor de 45 mil asistentes desde las primeras horas de iniciadas las hostilidades musicales. El grupo Lost Acapulco protagonizó la impresionante apertura del festival en el escenario principal, el verde. Con su surf solvente, diagonal, golpeante, pusieron de cabeza a los asistentes.

En el escenario rojo los Qué Payasos hicieron las delicias de unos 5 mil asistentes, en su mayoría niños, mientras el escenario azul les quedó chico a Los Abominables, quienes convocaron a unos 30 mil fanáticos, dejando semivacías las otras dos sedes.

El viernes por la noche se presentó la ópera-rock Doctor Frankenstein, de José Fors, basada en la novela homónima de Mary Shelley, donde unas 3 mil personas quedaron satisfechas con los 39 episodios musicales que incluyó la pieza. Los músicos actores Iraida Noriega, José Fors, Gerardo Enciso, Fernando Ornelas y Ugo Rodríguez, entre otros, llevaron a una nueva dimensión a la criatura gótica más famosa; lograron captar la esencia de la novela y agregaron algunas adaptaciones que ha sufrido la obra original a lo largo de más de 100 años.

El sábado, las actividades musicales convocaron desde las primeras horas a miles de asistentes con un rango muy amplio de edades, desde niños hasta adultos. En cada uno de los tres escenarios se colocaron plotters con las figuras de Armando Manzanero, Óscar Chávez, Dámaso Pérez Prado, Chava Flores, Juan Gabriel, Ninón Sevilla, María Victoria, Tin Tan y Tongolele.

En el escenario verde, después de la potente muestra de Lost Acapulco, Salón Victoria fue el grupo que sustituyó a Ataque 77, los cuales cancelaron su presentación. El vocalista de Salón Victoria al ver la plancha prácticamente llena se dirigió al público para decirle: “Muchos políticos quieren que se acabe esta celebración; se la van a pelar. Arriba los jóvenes de este país”. Los fanáticos celebraron la declaración con una fuerte ovación.

Después todo se convirtió en un impresionante muspeed con un skankin en todos los rincones del Foro Sol, mientras en el escenario rojo las tapatías de Le Butcherettes deleitaron con su original propuesta a los que se atrevieron a escucharlas. Su elegante y bonito sonido contrastó con sus delantales ensangrentados y sus movimientos lúdicos.

Al mismo tiempo, en el escenario azul, el cuarteto de Veo Muertos protagonizó uno de los mejores momentos de la tarde con canciones como A mí me gustan los hombres y Mi hermana golpea a mi madre. Además, tuvieron como invitados al MC Burrón, a la ex ultrasónica Jessy Bulbo y a la vocalista de Pinkpunk Mayumi.

Ely Guerra, 45 minutos de éxitosFoto Roberto García Ortiz

El grupo Los Abominables, que actuaron en el escenario azul, dejó sin asistentes el escenario principal y convocó a unos 30 mil jóvenes, mientras que los Rise Against apenas reunieron unos cientos de personas. Sin lugar a dudas, Los Abominables, hasta el momento, fueron los amos de la primera parte de esta celebración.

En conferencia de prensa confesaron que la asistencia superó sus expectativas: “Nosotros también nos quedamos sorprendidos de ver a tantos fans para nuestra tocada”.

En la Carpa Intolerante, un escenario muy pequeño dedicado a las nuevas propuestas, desfilaron la Chilanga Habanera, Muna Azul, Klesmerzon, Aguamala y Los Músicos de José, estos últimos fueron los más prendidos y los más festejados de la tarde al desbordar el espacio físico de ese escenario.

La solvencia y calidad musical de Ely Guerra regresó al grueso del público al escenario principal, con un set de 45 minutos que incluyó sus éxitos más sonados; la tapatía logró un enorme coro y los hizo bailar. Evidentemente emocionada, Ely Guerra devolvió el cariño del público al decir: Todos se ven hermosos desde acá. Viva el Vive Latino.

La noche se acercaba y la mayoría del público no se movía del escenario principal, pues seguía La Cuca, que provocó un movimiento telúrico desde el momento de pisar el escenario; decir que su actuación tuvo un cenit sería no hacerles justicia, porque nunca bajó de un alto nivel.

Otro de los grupos que tuvieron una buena aceptación en el escenario rojo fue Rostros Ocultos, quienes con sus 25 años de andar en el rock and roll hicieron brincotear a los 25 mil jóvenes y adultos con temas como Abre tu corazón y el clásico El final.

En ese mismo escenario y contra todos los pronósticos, el acordeonista Celso Piña y su Ronda Bogotá tuvieron una buena acogida y no los bajaron del escenario como se temía; el público se mostró tolerante y hasta coreó varios de sus temas. Además de que muchos agarraron su pareja para darle a la cumbia.

Hasta el cierre de esta edición faltaban algunas de las propuestas más esperadas: los ibéricos de Mägo de Oz, los gabachos de Deftones, los uruguayos del Cuarteto de Nos, Cecilia Toussaint y, por su puesto, su majestad Silverio.