Muestra de 100 imágenes de víctimas de terrorismo; se exhibe en Centro Cultural Tlatelolco
desde la ética y la estéticaa defender la dignidad y la vida
Lunes 26 de abril de 2010, p. a13
Porque incluso dentro del horror cabe la esperanza, la exposición En pie de foto, cien miradas desde el dolor: el terrorismo, crimen contra la humanidad es un llamado desde la ética y la estética
a defender el derecho a la vida y la dignidad humanas, así como a evitar el olvido y mantener viva la memoria
.
Así la definieron Cristina Cuenca y Maite Pagazaurtundua, titulares de las fundaciones españolas Miguel Ángel Blanco y Víctimas del Terrorismo, de forma respectiva, durante la inauguración de la muestra en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, la noche del pasado jueves.
La ceremonia contó con la participación del embajador de España, Manuel Alabart, así como de las activistas y el director de Difusión Cultural UNAM, Sealtiel Alatriste, ante numerosa presencia de integrantes de la comunidad española en el país.
Fue un acto en el que el arte sirvió de plataforma de manifestaciones políticas contra la barbarie y el horror que significan el terrorismo y todas las acciones que agravian la vida y los demás derechos humanos. Pero también, en el que el arte fue tomado como expresión y testimonio de esperanza.
La exposición, la cual se presenta por vez primera en un país del continente americano luego de un periplo de seis años por toda España y otras naciones europeas, tiene el fin de denunciar todo terrorismo como crimen contra la humanidad y su utilización como una quiebra del ideal del ser humano
.
Para ese cometido se vale de la fotografía y la literatura, a partir de una selección de 100 imágenes y sus respectivos pies de foto, los cuales fueron escritos ex profeso por diversos personajes de la literatura española y mundial, entre ellos los premios Nobel José Saramago y Dario Fo, además de figuras como Juan Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Fernando Savater y Juan Manuel de Prada.
Esas imágenes fueron extraídas de los archivos que diversos periódicos españoles han ido integrando en los más recientes 40 años con el tema del terrorismo, a partir de diversos atentados o ataques de la ETA.
Pero también hay algunas fotografías de hechos ocurridos en otras partes del mundo, como el ataque perpetrado por Al Qaeda contra las Torres Gemelas en Nueva York, o contra una escuela en Colombia por las FARC.
De acuerdo con el embajador Manuel Alabart, el propósito de presentar a las víctimas del terrorismo es proclamar que el derecho humano más fundamental, el derecho a la vida de los españoles, ha sido violado por los enemigos de la democracia, por los enemigos de la razón, y que se puede y se debe luchar contra el terrorismo, eliminado cualquier apoyo o justificación a los violentos, sin por ello ir contra nuestros principios
.
Agregó: Tenemos que ser capaces de dignificar a las víctimas; ésa es la razón fundamental de esta exposición, destacar su dignidad, ver en su mirada un mandato para criminalizar al crimen, matar las muertes violentas, eliminar la ciega sinrazón. Y no cabe duda de que debemos hacerlo desde el estado de derecho, con la ley en la mano
.
Por su parte, Cristina Cuenca, quien se incorporó a la Fundación Miguel Blanco al ser víctima del terrorismo
, luego de que su padre fue asesinado por ETA hace 28 años, señaló en entrevista que el propósito de esta muestra, como el de todas las acciones de ese organismo, es encarar al terrorismo para vencerlo con la fuerza de la razón y el derecho, nunca a partir de la ira.
Esta exposición es una pequeña muestra de un dolor que queremos compartir, pero uno con significado: que hay un final esperanzador, un camino de conquista de las libertades, que hoy los vascos somos más libres que hace pocos años y que las víctimas estamos a la cabeza de esta postura ética y política
.
A su vez, también en entrevista, Maite Pagazaurtundua, quien se asume como víctima del terrorismo debido que su hermano fue asesinado por ETA, define a En pie de foto, cien miradas desde del dolor como una muestra en la que desde el pudor y el respeto a la dignidad humana se hace un llamado a la esperanza, a que la sociedad se una para hacer frente a la violencia y que ésta decrezca.
Ésta es también, aseguró, una lucha contra la desmemoria, desde un territorio que une lo ético y lo estético. La exposición está elegida de manera pudorosa, desde un punto de vista de lo que es la dignidad de las personas que son reflejadas, y a partir de la esperanza, porque estamos convencidos de que las cosas pueden cambiar a mejor, que se puede dar la vuelta a las situaciones, si no se cae en la resignación y la desesperanza, si los derechos humanos, el instinto democrático y el humanismo obstinado nos guían
.