Lunes 26 de abril de 2010, p. 28
A la fecha nadie ha podido demostrar que existen yacimientos compartidos a lo largo de la frontera marítima, por lo que la supuesta urgencia de negociar un tratado con Estados Unidos sobre yacimientos transfronterizos sólo favorece la causa de quienes desean una apertura rápida y expedita de la industria petrolera aguas arriba
, advirtió Víctor Rodríguez Padilla, integrante del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional y asesor del Consejo Independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Explicó que no se sabe si los yacimientos del lado estadunidense Grat White y Trident tienen continuidad en el lado mexicano. El primero está en desarrollo y el segundo en espera, pues no se probó la factibilidad económica. Otro pozo, el Hammer Head, se demostró que está seco. De lado mexicano, Magnánimo y Alaminos I son dos locaciones en espera de ser perforadas por Pemex.
En un ensayo difundido por el Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), que aglutina a académicos y expertos, Rodríguez Padilla aseguró que todavía no hay tecnología para desarrollar yacimientos como el Trident –hallazgo no comercial en aguas de Estados Unidos–, ni se espera un progreso fulgurante que permita hacerlo a mediano plazo.
No se detectan pozos saqueados
Además, no se ha detectado en México algún yacimiento que sea saqueado desde el otro lado de la frontera utilizando pozos desviados (horizontales). Explicó que aunque hubiera alguno, es poco probable que las compañías petroleras internacionales se embarquen en esa aventura.
“Perforar un pozo que cruce la frontera sin autorización es un delito internacional y un proyecto de muy alto riesgo que ni Shell, ni Chevron, ni British Petroleum ni ninguna otra compañía especializada en el offshore ultraprofundo, estaría dispuesta a emprender”, comentó.
A lo anterior se agregan las represalias que podría ejercer el gobierno mexicano, tanto en tribunales internacionales como en proyectos petroleros en el país.
Es un error considerar la negociación de los transfronterizos como una carrera contra el tiempo, ni en el antiguo hoyo de dona, ni en el área de Perdido, y menos en el resto de las fronteras. La supuesta urgencia sólo favorece la causa de los que desean una apertura rápida y expedita de la industria petrolera aguas arriba
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Destacó que es necesario salvaguardar la soberanía sobre los recursos naturales aledaños a las fronteras, a través de reglas claras de explotación.