Santiago, 26 de abril. La Iglesia católica chilena atraviesa un momento difícil debido a dos testimonios de abusos sexuales que implican a Fernando Karadima, sacerdote jubilado de Santiago, querido por fieles y autoridades, mientras el cardenal Francisco Javier Errázuriz anunció que una investigación por los supuestos hechos está en marcha.

De 79 años, Karadima, cura durante años en una zona acomodada de Santiago y reconocido formador de sacerdotes que hoy ocupan cargos en la Iglesia chilena, ha sido acusado por algunos de sus discípulos de haber abusado sexualmente de ellos.

El cardenal y arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, en una carta enviada a los fieles del país, que fue leída en las parroquias el domingo pasado, confirmó que se inició una investigación en 2009, aunque admitió que las primeras denuncias llegaron en 2005.

Después de una primera indagatoria y de encauzar las cosas de manera adecuada dejé en suspenso la causa, esperando nuevos antecedentes, añadió.

Ante las denuncias presentadas, sin considerar la prescripción de los supuestos hechos y conforme al procedimiento eclesiástico establecido por la conferencia episcopal de Chile, entregamos las demandas a un nuevo promotor de justicia nombrado en 2009 para que investigara los hechos, señaló Errázuriz.

La semana pasada los chilenos James Hamilton y Juan Carlos Cruz brindaron sus testimonios al diario The New York Times, que fueron reproducidos por medios chilenos. Ambos aseguran haber sido víctimas de abusos sexuales por Karadima a partir de los 17 años, es decir, hace más de dos décadas.

Hamilton sostuvo que Karadima lo casó y bautizó a sus tres hijos, y que continuó abusando de él incluso después de contraer matrimonio. Cruz, por su parte, asegura que el sacerdote aprovechó las dudas que tenía sobre su sexualidad para abusar de él.

Ambos acudieron ante la Iglesia y la fiscalía, según medios chilenos, los cuales señalan que hay al menos dos víctimas más.

Esos hechos generaron la airada reacción de fieles y algunas autoridades chilenas que conocen al sacerdote.

Al cura Fernando lo han transformado en chivo expiatorio. Por un lado sale la Iglesia pidiendo perdón, y por otro surge una denuncia añeja, aseveró el alcalde de Puente Alto y vicepresidente del oficialista Partido Renovación Nacional, Manuel José Ossandón.

Creo que un sector de la Iglesia está tratando de limpiar su imagen a costa de Karadima, aseguró Ossandón. Los fieles asiduos al templo que dirigió Karadima también rechazaron las imputaciones.

Por su parte, el presidente de la conferencia episcopal de Chile, Alejandro Goic, negó que se esté utilizando a Karadima para limpiar la imagen de la Iglesia.

Considero que es precipitado decir eso. Lo que más hemos señalado es que queremos transparencia y suponer que la Iglesia usa a Karadima para limpiar su imagen es una infamia que no podemos aceptar, resaltó Goic.

Me parece inconcebible que se desprestigie a un sacerdote que ha hecho tanto por la Iglesia sin haber concluido las investigaciones y sin un juicio justo, dijo por su parte el reconocido empresario chileno José Said.

En tanto, el fiscal Xavier Armendáriz, a cargo del caso, anunció una pesquisa acuciosa, pero con celeridad. La investidura de las personas que están involucradas no interfiere en la labor de la fiscalía, aseguró.