El delantero César Villaluz no descartó una limpia de jugadores en Cruz Azul, luego de perder otra final el pasado miércoles ante Pachuca: Los dirigentes son los dueños y ellos pueden hacer lo que crean mejor, y uno como futbolista tiene que adaptarse a eso.

Aceptó que se encuentran muy dolidos por la derrota en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Sin embargo, aseguró que podrán reponerse como lo han hecho en ocasiones anteriores.

El equipo no se ha caído, se ha levantado y ha continuado peleando campeonatos. Ahora hay que prepararnos para los siguientes torneos, señaló, y espera que los aficionados se den cuenta de su trabajo y vuelvan a confiar en ellos.

Aunque los Cementeros ya no tienen actividad oficial en puerta, trabajaron ayer a puerta cerrada en sus instalaciones de La Noria.

Hasta allí llegó un aficionado en motocicleta y tiró dos playeras del equipo en la entrada del club. No faltó quien las recogiera, pero uno de ellos, al ver cámaras y reporteros, empezó a romper una y a quemarla.

Le pidieron que hiciera lo mismo con su gorra, que traía los colores de Cruz Azul, pero se negó. Luego de sus cinco minutos de fama –porque hasta lo entrevistaron–, escondió su presunta indignación y empezó a buscar el autógrafo de los jugadores, quienes en su mayoría evadieron tanto a aficionados como a reporteros.

El defensa Fausto Pinto reconoció que hay seguidores fieles y con ellos se sienten en deuda: Le ofrecemos una disculpa a los que quieren la playera, ellos son los que están con nosotros en las buenas y en las malas.

Para él, son cosas del futbol lo que pasó en Pachuca, como ese gol de último minuto que aniquiló sus ilusiones, porque por entrega no quedó.

También señaló que se encuentran muy tristes por este nuevo título que se les fue, pero no pueden estancarse allí: Es una gran desilusión para nosotros, para la gente; es un sentimiento de frustración muy grande, pero hay que seguir adelante.

Christian Giménez comentó que ellos son los responsables de todo lo ocurrido, y aunque es un momento muy complicado y duro el que estamos viviendo, son cosas que pasan y la vida no termina aquí.