Oviedo, 12 de mayo. El escultor estadunidense Richard Serra fue distinguido hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010, informó el jurado en Oviedo, España.

El galardón se le concede por su audacia para vertebrar desde su perspectiva minimalista los espacios urbanos más significativos a escala internacional, a través de obras de gran potencia visual que invitan a la reflexión y al asombro, indicó el jurado.

Me siento muy honrado con ese premio, particularmente significativo para mí, pues España me ha brindado muchas oportunidades para realizar mi trabajo desde hace más de tres décadas, dijo Serra tras conocer la noticia.

Su obra se puede apreciar en los museos Reina Sofía, de Madrid; el de Arte Contemporáneo, de Barcelona, y el Guggenheim, de Bilbao, donde se exhibe La materia del tiempo, pieza que el artista considera la más importante de su carrera. Fuera de España, el trabajo del escultor se puede ver en Nueva York, París y en Islandia.

Hijo de padre español, nacido en San Francisco en 1939, Serra es considerado uno de los escultores más relevantes de la vanguardia de la segunda mitad del siglo XX, por la visión innovadora con la que integra los espacios urbanos en una obra que invita a la reflexión.

Muy vinculado con la mejor tradición del arte europeo a lo largo de su brillante trayectoria. Serra es un artista polifacético, cuya dimensión universal se expresa en formas contundentes y conceptos sugestivos, añadió el jurado en el acta.

El artista se impuso en la votación final al cineasta español Carlos Saura y al director de orquesta italiano Riccardo Muti.

El artista es doctor honoris causa por las universidades de Yale, Londres y la Universidad Pública de Navarra, y fue nombrado caballero y luego comendador de la Orden de las Artes y las Letras de Francia (2008). Ese mismo año, también el Ministerio de Cultura lo condecoró con la recién creada Orden de las Artes y las Letras de España.

El Premio Príncipe de Asturias de las Artes es el primero de los ocho que se fallarán este año. Cada uno está dotado con 50 mil euros (63 mil dólares) y una estatuilla diseñada por Joan Miró.