A poco de iniciar la Copa Mundial de Marcha en Chihuahua, el equipo que entrena Raúl González hizo una escala en esta ciudad, procedente de Bolivia, donde realizó un campamento de 35 días, con el cual confía en que marcará una diferencia importante en el rendimiento en la prueba de 50 kilómetros, en la que se ha enfocado el doble medallista olímpico, a cargo de un grupo encabezado por Omar Zepeda.

González Rodríguez afirmó que al margen de los resultados que se obtengan en la justa, que regresa a México después de 17 años, “hay que seguir trabajando fuerte, porque la caminata mexicana sí está en un paso ascendente.

La mayoría de los representantes mexicanos se ha preparado de manera seria, y no lo digo solamente por los atletas con los que estoy trabajando; creo que los demás también han entrenado muy fuerte, expresó el ex marchista.

Será una competencia muy dura, es una prueba de nivel de Juegos Olímpicos, de Campeonato Mundial, que sin duda será bastante dura para los nacionales, agregó.

En su opinión, el actual panorama de la marcha mexicana es muy distinto al de la edición de la Copa Mundial que albergó México, la de Monterrey 93, cuando los andarines locales dominaban la escena internacional con Rusia, Italia y España.

En aquella ocasión no sólo los oros fueron para Daniel García, en 20 kilómetros, y Carlos Mercenario (50), sino que el país fue campeón por equipos, e incluso en el terreno femenil, con Graciela Mendoza, que se llevó la plata.

“En esta ocasión deseamos repetir lo de Monterrey, pero veo las cosas con bastante reserva. Sin embargo, todos se han preparado con entusiasmo, con ganas de refrendar el resultado que se dio en aquella competencia, indicó.

Tengo confianza en que los marchistas de 50 kilómetros puedan ganar también la Copa Mundial por equipos... Veo que además de Zepeda, con Christian Verdeja, Jesús Sánchez y Horacio Nava el equipo estará muy sólido, señaló.