La Comisión Permanente acordó citar a comparecer en comisiones al subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner; al director de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), Javier Gavito, y al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Guillermo Babatz, para que expliquen el rescate a inmobiliarias por más de 70 mil millones de pesos.

Diputados y senadores del PRD y PT destacaron que se trata de un pequeño Fobaproa, en el que si bien el gobierno federal ha aportado recursos que permitan a las empresas privadas restructurar sus pasivos, se ha negado a transparentar el mecanismo de transferencias.

El senador del PT –partido que presentó el punto de acuerdo para requerir a los funcionarios– Ricardo Monreal Ávila indicó que de nueva cuenta el Ejecutivo rescata a las empresas, mientras los ciudadanos quedan en el desamparo, al tener que enfrentar las deudas y perder sus viviendas.

Una vez más, con este rescate se deja fuera a los trabajadores y usuarios que han caído en cartera vencida. A ellos no se les perdonará la deuda y les cobrarán hasta el último centavo. En cambio, a las constructoras y a los inversionistas el gobierno los ha rescatado. Un nuevo error que se convertirá en un lastre para el presupuesto y la economía nacional, reprochó.

El diputado David Penchyna, del Revolucionario Institucional (PRI) explicó que la comparecencia de los tres funcionarios permitirá al Congreso tener una radiografía exacta de este rescate financiero. Se trata de saber cuánto ha sido asignado a cada sociedad financiera de objeto limitado (Sofol). A diez años del rescate bancario más importante, parece que no aprendimos la lección.

Recordó que en su comparencia ante la cámara, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, se negó a aportar datos, con el argumento de que no hay un costo fiscal de los traspasos para apuntalar a las inmobiliarias.

Monreal explicó que se han entregado casi 70 mil millones de pesos para rescatar a las constructoras de vivienda, pero lo único que el gobierno de Felipe Calderón hizo fue remplazar la deuda de corto plazo de las empresas por otra, de largo plazo, que en 65 por ciento está garantizada por la SHF.

Esto compromete más de 16 mil millones de pesos, y lo único que se hizo fue aplazar la crisis, que detonará con mayor fuerza. El problema sigue latente, porque las empresas han elevado su cartera vencida y la baja calidad de sus activos, alertó.