México no cambiará su estrategia de combate al narcotráfico, pese a la creciente violencia generada por los cárteles de la droga, lo que ha manchado la imagen del país, dijo el presidente Felipe Calderón.

La guerra contra el narcotráfico fue emprendida por Calderón cuando asumió la Presidencia, a finales de 2006, con el envío de decenas de miles de militares y policías federales a distintos estados de la República.

Los choques entre los propios delincuentes y contra las fuerzas de seguridad han elevado la violencia a niveles no vistos en el país y han provocado miles de muertos, la mayoría narcotraficantes, pero también víctimas civiles e incluso jóvenes y niños que han perecido en fuego cruzado.

Sabíamos que era un problema colosal, muy grande, pero que había que enfrentarlo, dijo el presidente Calderón en entrevista con Reuters. Se debe hacer porque la alternativa es dejar a la gente en manos de los criminales, agregó.

Las muertes relacionadas con la lucha contra los cárteles han ido aumentando en los años recientes pese a los operativos del gobierno y de que el Ejército Mexicano tomó por un tiempo el control de lugares como Ciudad Juárez, Chihuahua. De acuerdo con cifras oficiales, desde 2006 suman unas 22 mil 700 muertes.

Hacerse de la vista gorda, fingir que no pasa nada, dejarles el terreno abierto y que terminen acabando con la vida de las comunidades no es una opción, subrayó.

El presidente Calderón dijo estar consciente de que la violencia genera una percepción de falta de control por parte del Estado entre los mismos mexicanos y en el exterior.

“El número de muertes que hay impacta mucho, sobre todo la manera violenta en la que actúan los cárteles, y sé que eso genera una percepción negativa en la gente”, dijo. La única batalla en la que reconozco que no vamos avanzando bien es en la de la percepción, acotó.

Aseguró que México podría aprender de la experiencia de otros países, como Colombia, que también han tenido que enfrentar al narcotráfico, pero lo que a Colombia le tomó casi 20 años, a nosotros nos está tomando, nos tomará quizá cinco, seis, siete años o menos, dependiendo de qué tan perseverantes seamos en la acción.

Dijo que México ya ha pasado por las etapas de fortalecimiento de los cárteles, división interna de los mismos, una fuerte ola de violencia para más adelante poder llegar a que el gobierno retome el control.